Vellido Dolfos en Génova
Alberto Ruiz Gallardón, que era mano derecha, nunca mejor dicho, de Fraga en AP, mientras Acebes, Zaplana o Esperanza Aguirre militaban en partidos liberales; que junto a Barrionuevo, su compañero de tertulia en la SER, defendía las tesis de quienes pretendían encubrir el GAL; que tras las elecciones de 1996, ante las dificultades de Aznar para formar gobierno, se ofreció a Polanco como alternativa; que contrata a Ana Belén para campañas publicitarias; que deja todo lo relacionado con la cultura en manos de la izquierda (su última fechoría, ceder el Teatro Español a Pepe Rubianes, el actor que dijo "que se vaya a la mierda la puta España"); que por boca de su vicealcalde llama talibanes a los que apoyaron a Esperanza Aguirre en las elecciones del PP de la CAM; que en esas mismas elecciones fue masacrado y humillado por la propia Esperanza Aguirre; que le dedicará una calle a Eduardo Haro Tecglen, ese admirador de Hitler y Stalin; que a pesar de ser alcalde de Madrid pide no mirar atrás en relación al 11-M, suplica que confiemos en la versión oficial de su prima la fiscal Olga Sánchez, la que está impidiendo que se conozca la verdad; que viaja en el avión de Polanco, el mayor enemigo de España; que se querella contra FJL, el mayor enemigo de los que odian a España; que casa a homosexuales, aunque su partido rechaza la ley que llama matrimonio a lo que no puede serlo, pero no a heterosexuales; que al contrario que Aznar, lleva a cabo una política económica socialista, con un brutal aumento de la deuda pública; que en definitiva, representa todo aquello que los votantes del PP detestan, probablemente irá como número dos en las listas del PP para las próximas elecciones generales.
Rajoy, si finalmente se consuma tan infame traición, va a votar al PP tu padre.