27 junio 2008

El rondo perfecto

"Fútbol en estado puro: esta España. Durante media parte brindó un juego memorable, la obra más hermosa que se pueda ver en una cancha. La clase, la habilidad y el instinto se armaron en aquellos instantes extraordinarios. Era el rondo grandioso, la aspiración final de Luis y de cualquier espectador con un gramo de sensibilidad. Cualquiera que fuera el resultado posterior, no podría superar el recuerdo de aquellos virtuosos del balón.

Rusia asistió como un inválido a la delicada forma de tejer y destejer pases de sus rivales. Con la pelota entretenida, España elaboró el fútbol perfecto: el balón suyo, los apoyos rápidos, los desmarques certeros y la abrumadora sensación de poder en todas las líneas
".

Esto que acaban de leer (cambien España por Barça, Luis por Cruyff y Rusia por Atlético) son unos fragmentos de la crónica que escribió Santiago Segurola el 20 de septiembre de 1992, hace casi dieciséis años, tras un Atlético de Madrid-Barcelona.

Y es que la segunda parte de España frente a Rusia únicamente puede ser comparada, al menos hasta donde uno ha visto, con los mejores momentos del dream team de Cruyff y del Ajax de Van Gaal.

Más allá de lo que ocurra el domingo en la final, la obra coral que ayer interpretaron Iniesta, Cesc, Xavi, Silva, Xabi Alonso y tutti cuanti, quedará para siempre en el imaginario futbolístico español. Pasarán los años y ningún aficionado con un paladar mínimamente desarrollado olvidará lo que se vio anoche en el segundo tiempo en el Prater vienés.

23 junio 2008

Yo vi a España pasar de cuartos

Chuta Di Natale. Prodigiosa estirada de Casillas. Para el penalti, el segundo de la noche. Dos siglos después, otro héroe de Móstoles. Arranca Cesc la carrera del quinto lanzamiento de España. Dispara. Y el esférico se cuela mansamente a la izquierda del portero más temible desde el punto fatídico. Y uno, que jamás había visto a España pasar de cuartos, que nunca había podido disfrutar de una gran victoria de España, se vuelve loco por un momento.

Mis primeros recuerdos futbolísticos son de México '86. Allí nos echó Bélgica en cuartos, penalti fallado por Eloy. Luego vino la Eurocopa de Alemania, todavía RFA. No pasamos de la primera fase. En Italia '90 Míchel se agachó en una falta y nos eliminó Yugoslavia en octavos. A la Euro de Suecia ni siquiera fuimos. En Estados Unidos, en cuartos, jugamos como nunca y perdimos como siempre, gol de Baggio en el último minuto y codazo de Tassoti a Luis Enrique. En 1996, en Wembley, más de lo mismo, en cuartos a casa, con Hierro y Nadal fallando penaltis ante Inglaterra. En el Mundial de Francia nos quedamos en la primera fase. Dos años más tarde, en Bélgica y Holanda, Raúl falla otro penalti y la Francia de Zidane nos fulmina en cuartos. En Corea, otra vez los penaltis, esta vez Joaquín, otra vez en cuartos. No había manera. En 2004, en Portugal, nos elimina el anfitrión en la liguilla. Y en el Mundial de Alemania, de nuevo Francia, en octavos, acaba con nuestro enésimo sueño.

No importa que España esta noche no haya estado todo lo brillante que esperábamos. No hay que pensar en que una de las peores selecciones italianas de la historia haya estado a punto de eliminar a probablemente la mejor España de siempre. Da igual que el provecto Luis haya sido un desastre con los cambios (lo de Güiza por Torres ha sido un escándalo), que está ya de vuelta de todo, que no es de fiar, que no ha ganado nada en su larguísima carrera...

Ahora sólo cuentan las emociones. ¡Yo he visto a España pasar de cuartos!

22 junio 2008

Bulgaria

Valencia, vulgo Bulgaria, ha certificado la defunción del PP que nació en el Congreso de Sevilla en 1990. El PP ahora es otra cosa. Ya no es el partido de Aznar. Es el partido en el que políticamente no cabe María San Gil ni moralmente Ortega Lara. Es el partido que se querella contra el más importante referente de sus votantes. Y es que visto el comportamiento de unos y otros la querella contra FJL la puso el PP, porque el PP es, desgraciadamente, Gallardón.

Pero siendo sinceros, de Bulgaria nada cabía esperar. Daba igual lo que de allí saliera porque nada bueno podía salir de allí, y si era bueno sería para meterlo en un cajón.

Y encima Bulgaria ha sido más Bulgaria de lo que sospechábamos. Al PP es que ya no hay por donde cogerlo. Ni siquiera los que parecían buenos han tenido la decencia de dar un puñetazo sobre la mesa. Ahí tienen a Vidal-Quadras, de florero búlgaro; a Arístegui, diciendo que María San Gil no tenía razón en algunas cosas; a los consejeros de Esperanza Aguirre, legitimando a Rajoy; a la mujer de Aznar, de rehén asquerosa de Gallardón; a Ángel Acebes, el secretario general que ha consentido la persecución a María San Gil, la peor que se ha realizado contra un político en la democracia, abrazando al antropófago pontevedrés. Y duele decirlo, ahí está María del Mar Blanco, traicionando la memoria de su hermano.

Zapatero y su claque mediática, que es abrumadoramente mayoritaria, ya pueden disfrutar de un Partido Campesino de Polonia. El PP se ha convertido en el sector crítico del nuevo régimen.

La putrefacción del PP es de tal magnitud que ni siquiera una debacle electoral en las próximas elecciones gallegas, vascas y europeas arreglará la situación, porque en ese momento será cuando Gallardón retire a su hombre de paja, Mariano Rajoy, y se instale definitivamente en Génova.

Un ejemplo ilustra esta zozobra. Quien esto escribe, que ha votado al PP en las generales de 2000, en las municipales y autonómicas de mayo de 2003, en las autonómicas de octubre de 2003, en las generales de 2004, en las europeas de 2004, en las municipales y autonómicas de 2007 y en las generales de 2008, está triste porque se ha quedado políticamente huérfano. En cambio, los que nunca han votado ni votarán al PP, los hasta hece unos meses enemigos del PP, andan rabiosamente exultantes.

16 junio 2008

Justicia ad hominem

Hace unas horas se ha conocido la sentencia del juicio contra la libertad de expresión. Federico Jimenez Losantos ha sido condenado por la juez Iglesias Laicas a pagar una multa de 36.000 euros al injuriado, Alberto Ruiz-Gallardón.

Esta sentencia es la más grave agresión que se ha producido contra el artículo 20 de la Constitución desde que ésta entró en vigor. Ni siquiera el secuestro de Cambio 16 solicitado por Fraga y Gallardón cuando la revista denunció que el guardaespaldas del dinosaurio de Perbes era un terrorista de la Triple A se acerca a este atentado contra el derecho fundamental a la libertad de expresión.

Resulta que en España Rajoy le puede decir a ZP que ha traicionado a los muertos, al casi millar de asesinados por ETA; Polanco le puede decir a Gallardón que su partido, en teoría el PP, busca la guerra civil, esto es, que por llegar a La Moncloa es capaz de provocar un enfrentamiento fratricida con cientos de miles de muertos; Miguel Sebastián le puede sacar en un debate a Gallardón, con los hijos del alcalde presentes en el plató, una foto de su querida, Monserrat Corulla, para pedirle que explique qué clase de relaciones personales mantiene con esa señora o señorita; pero Federico Jiménez Losantos no puede decir a Gallardón que con tal de llegar al poder es capaz de pasar por encima de las víctimas del 11-M.

Estamos ante una justicia de autor, en función de quien sea el querellado y el querellante así será la sentencia. ¿Acaso alguien puede imaginarse a un titiritero condenado por calumnias por llamar asesino a Aznar? ¿O a un comentarista de la Cadena Ser condenado por injurias por llamar fascista a Esperanza Aguirre?

09 junio 2008

José Tomás con raqueta

Tras la apoteosis de José Tomás en Las Ventas el pasado 5 de junio, un aficionado que había asistido a la faena, fue entrevistado por una cadena de televisión. Todavía emocionado, sobrecogido por lo que había contemplado minutos antes, dijo que la corrida del diestro de Galapagar fue una misa oficiada por el obispo en la catedral; que todo el arte de la tauromaquia, quietud, pausa, valor sereno, cabía en aquella tarde; que después de eso ya no quedaba nada más por ver.

Cuentan que al finalizar el partido de semifinales de los Internacionales de Francia de 1978, el italiano Corrado Barazzutti, que había sido apalizado por Björn Borg, 6-0, 6-1, 6-0, se dirigió a su rival y le musitó: "Perdóname por haberme permitido ganarte un juego". Algo parecido le debió de decir ayer Roger Federer a Rafael Nadal tras ser vapuleado en la final de 2008: "Perdóname por haberme permitido ganarte cuatro juegos".

Y es que tras su exhibición en la Philippe Chatrier, Rafael Nadal Parera se convirtió en el mejor jugador de tenis en tierra batida de la historia. Así, sin más. Porque más allá de sus cuatro Roland Garros consecutivos, de su 28-0 en París, deslumbra la manera en que batió al número tres del mundo el viernes y al número uno el domingo. En esas victorias Nadal alcanzó la perfección sobre arcilla. Derecha liftada que, en palabras de Nicolás Almagro, bota seis metros. Palos increíbles de revés. Passings. Piernas. Como decía Valdano de Ronaldo, Nadal en tierra no es un tenista, es una manada.

05 junio 2008

Gasol en los 80

Llegar a la NBA es un reto para cualquier jugador de baloncesto. Triunfar en la mejor liga del mundo, un sueño. Ser traspasado al equipo más popular del planeta, una utopía. Y jugar unas finales contra el conjunto más admirado, emblemático y exitoso; revivir el enfrentamiento que hace algo más de dos décadas convirtió a la NBA en un espectáculo global, único, el paraíso con canastas.

Pau Gasol Sáez ha conseguido todo eso. En unas horas comenzará el primer partido de la final de la NBA en el TD Banknorth Garden, el pabellón que sustituyó hace unos años al mítico Boston Garden. Todo el mundo se acuerda de aquellas tres finales entre Celtics y Lakers, de aquellos quintetos que cualquier aficionado al baloncesto se sabe de memoria, aunque por razones de edad no viera esos duelos, Dennis Johnson-Magic, Danny Ainge-Byron-Scott, Larry Bird-James Worthy, Kevin McHale-AC Green y Robert Parish-Kareem Abdul Jabbar. Impresionante. Casi todos ellos son Hall of Fame. Y estaban en el mejor momento de sus carreras. Luego llegarían las hazañas de Michael Jordan. Pero la NBA comenzó a traspasar fronteras con el antagonismo Boston-Los Angeles, clasicismo contra show time, juego a media pista frente a contraataque, sobriedad ante glamour. Algo irrepetible.

Aunque en baloncesto cualquier tiempo pasado fue mejor, conviene alimentar la leyenda, recordar los gloriosos 80 mientras Gasol defiende a Kevin Garnett, corre por el carril central o da una asistencia a Kobe Bryant. Tal vez dentro de un tiempo hablemos de Gasol con la misma admiración que ahora nos producen Magic y Bird.

01 junio 2008

La vida en rosa de Alberto Contador

Ganar el Giro no es gran cosa. Todos los años un ciclista lo gana. Pero si uno no es italiano ya tiene más mérito. En los últimos once años se habían impuesto únicamente corredores transalpinos. Y si a eso le añadimos que nuestro protagonista estaba, diez días antes de que comenzara la carrera, en la playa de vacaciones con su novia, es que estamos ante un súperclase, ante un ciclista, proeza tras proeza, que raya con lo milagroso.

Esta tarde Alberto Contador cruzaba la línea de meta, brazos en alto, golpes al corazón, disparos de rabia al aire, después de un cómodo paseo por las calles de Milán en la contrarreloj final del Giro de Italia. Atrás quedaron los Dolomitas, paciencia en Alpe di Pampeago, la terrible Marmolada y el espectáculo, ciclismo de otra época, en la cronoescalada de Plan de Corones; los Alpes, susto en el descenso del Vivione y en la subida a Monte Pora y tranquilidad en el etappone del Gavia y el Mortirolo; y el ruido de los italianos, el tremendismo de la Cobra Riccó, el increíble Sella y el campeón derrocado Di Luca.

Atrás quedó también el llanto, la incomprensión, la injusticia por haber sido excluido su equipo, el Astana 3.0, del Tour de Francia. Un Contador a medio gas, a un 80% de su mejor forma, dominó de cabo a rabo la ronda italiana. Sin grandes exhibiciones, sin ganar una etapa, sin dar una pedalada de más, pero con suficiencia, control absoluto de la situación, a lo Induráin, golpes en las cronos y conservador en la montaña.

Contador, 25 años, un Tour y un Giro, sin rival entre los escaladores, a la altura de los mejores especialistas en las contrarrelojes, cabeza privilegiada, ambicioso, abanderado del nuevo ciclismo. El corredor sin límites.

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