04 noviembre 2009

Oración fúnebre ante el cadaver del PP

(Por su interés, transcribimos el editorial de las 8 de Es La Mañana de Federico de este lunes, una oración fúnebre, como la que pronunció Marco Antonio ante el cadáver de Julio César, en honor del PP).

Mariano Rajoy comenzó perdiendo las elecciones y quedándose. No dimitió, no se fue. Perdió por segunda vez, y esta vez no estaba la masacre del 11-M, pero se quedó. Para quedarse, ¿qué hizo? Pues Mariano apuñaló a Acebes y a Zaplana. ¿Por qué? Porque eran los enemigos del PSOE, y como eran los enemigos del PSOE y Mariano quería desligar su suerte de la del PP, como si él no hubiera perdido las elecciones, dijo aquello, fantástico, de que él iba a hacer su propio equipo, como si durante cuatro años Acebes y Zaplana no hubieran sido de su equipo sino heredados de Aznar. Mató, apuñaló, traicionó a Acebes y a Zaplana.

Pero Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después a apuñalar a María San Gil, con la que se había paseado pocos meses antes en compañía de dos millones de personas, cientos de miles de banderas nacionales en Recoletos, la mayor demostración que ha hecho nunca un partido nacional. Apuñaló a María San Gil, ¿por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Después procedió a apuñalar a Manuel Pizarro, su número dos en la lista por Madrid. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano Rajoy es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después, en el congreso de Valencia, a apuñalar a los dos medios que más le habían favorecido cuando todos le atacaban, en especial Prisa, esos medios eran El Mundo y la COPE, cuando la COPE era la COPE. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Conspiró después en la COPE hasta echar o ayudar a la expulsión de los periodistas que también le habían ayudado desinteresadamente, pero que criticaban su volantazo mexicano tras las elecciones. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después a decapitar a Daniel Sirera, jefe del PP en Cataluña, para colocar a una de los dos verdugos de María San Gil, que fueron Soria, ¡arriba Soria!, y Sánchez Camacho. La decapitación fue tan mal, tan torpe fue la "verduga" Ana Mato, que estuvo a punto de conseguir que ganara Montserrat Nebrera, tan del PP que se acaba de ir. ¿Por qué echó a Sirera y cambió el discurso antinacionalista que es el típico del PP? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Continuó uniendo su suerte a la de los afectados por Gürtel, Bárcenas, el tesorero, en Madrid, y toda la trama de El Bigotes en Valencia, empezando por Camps y compañía. Y después los traicionó. Tras montar el gran número y presentarse en las elecciones europeas junto al pío Mayor Oreja diciendo que Camps era el hombre más honrado de Valencia, después lo abandonó. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después radicalmente contra Ricardo Costa porque, todavía como Secretario General del PPCV, se atrevió a pedir que le dijeran de qué se le acusaba. Lo fulminó. No hizo lo mismo, no, no hizo lo mismo con Manuel Cobo, el álter ego de Gallardón. La semana pasada, el lunes en El País, el diario de Gallardón y por tanto de Mariano en su nueva serie, perpetró toda clase de ferocidades contra la presidenta del PP de Madrid y de la Comunidad de Madrid, plaza fuerte, la más importante que tiene el Partido Popular. ¿Y qué hizo Mariano? Pues Mariano hizo lo que ya lleva haciendo con Esperanza desde le discurso de Elche, el que quiera irse el Partido Liberal o al Partido Conservador que se vaya. ¿Por qué?

Porque Mariano Rajoy es un hombre honrado, y sin duda, moderado. No en el trato a Espernza Aguirre. Pero tendría sus buenas razones.

La campaña de acoso a Esperanza Aguirre empezó antes, cuando, en vísperas del verano, El País se inventó una supuesta trama de espionaje de Aguirre contra Gallardón. Y Rajoy lo dio por bueno. Y le abrió expediente a Esperanza Aguirre con la única acusación de unas notas publicadas en El País que, como demostró El Mundo, eran falsas de cabo a rabo. ¿Por qué trató tan injusta y sañudamente a Esperanza Aguirre hasta el punto de abrirle expediente sin ninguna base? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano Rajoy es un hombre honrado, y sin duda, moderado. No con Esperanza Aguirre, ciertamente, pero sí con Cobo y Gallardón. Porque cuando Gallardón y Cobo insultaron salvajemente a Esperanza Aguirre llamándola nazi, calificando de vómito su actuación en Caja Madrid, Mariano acreditó que es sin duda un hombre honrado, y sin duda, muy moderado.

A raíz de estos acontecimientos, 107 de 110 alcaldes del PP en la Comunidad de Madrid firmaron un manifiesto contra Cobo y Gallardón y en defensa de Esperanza Aguirre. Y el propio ayuntamiento de Madrid quedó partido por la mitad. ¿Ha hecho algo Mariano Rajoy en virtud de esa rebelión de todo el PP de Madrid contra Gallardón y Cobo? No, pero será por una buena razón.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Las razones de Mariano para cargarse el PP no las conocemos. Algunos pensarán que es simplemente porque ha querido sobrevivir a cualquier precio. Entregando el partido, entregando sus ideas, entregando sus principios y enfeudándose a Prisa para que lo traten tan bien como a Gallardón. Pero eso no podemos creerlo.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

En fin, Mariano, tintas están tus manos y tu espada con la sangre del PP, con la sangre de Acebes, Zaplana, María San Gil, Pizarro, El Mundo, la COPE, Esperanza Aguirre una y otra vez, Daniel Sirera, Camps, Ricardo Costa, el PP de Madrid… La sangre te chorrea por el codo, pero habrás tenido buenas razones para empuñar la espada, ¿alguien lo duda?

¿Alguien duda de que Mariano sea un hombre honrado, y sin duda, moderado?

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