Un réquiem por la nación española

La nación española ha muerto. Viva la nación catalana. A las nueve y media de la noche del 18 de junio de 2006, con la llegada del escrutinio del referéndum, se consumó la catástrofe. Probablemente haya que remontarse al 11 de noviembre del año 711, cuando Tariq asumió en Toledo el reino de España en nombre de su señor, el califa de Damasco, para recordar una jornada tan infame para España. El estado español es desde ahora una entidad formada por la nación catalana y por su protectorado, el resto de España, que obviamente carece de soberanía.

Y todo esto ante la indiferencia general de una ciudadanía, la teleplebe en palabras de FJL, anestesiada. Me decía un amigo que el hecho de que los españoles hayan dejado de ser soberanos está muy mal pero eso no le iba a cambiar gran cosa su vida, al fin y al cabo, soberano o no, le tocaba madrugar al día siguiente.