01 diciembre 2010

El Barcelona alcanza la cumbre del fútbol


Escribe el periodista argentino Horacio Pagani que aquellos ingleses que en 1863 inventaron el fútbol moderno seguramente estaban pensando que algún día un equipo podría llegar a jugar como el Barcelona lo hizo ante el Madrid.

Ese 5-0, tan redondo, supone alcanzar la cima. Ya no se podrá ir más allá. Fue la culminación de una obra que otros pioneros, la Hungría del 54', el Brasil del 70', el Ajax de Cruyff, la Naranja Mecánica o el propio dream team, comenzaron décadas atrás. El Barça de Guardiola, con el clásico del lunes, cierra el ciclo. Será imposible en un futuro lograr tal perfección futbolística.

A partir de ahora, ese partido será el canon, el patrón de todas las medidas. En qué consiste jugar bien al fútbol, nos preguntarán nuestros nietos. Y les diremos que vean ese partido. Ya nadie podrá escudarse en esa cosa que llaman fútbol directo, pegada en las dos áreas, verticalidad, contundencia o pragmatismo. Ya nadie, tras lo visto en el Camp Nou, podrá argumentar que renunciar a la pelota es una opción válida.

¿Y qué hizo el Barcelona? En primer lugar, Guardiola fue fiel a sí mismo desde la alineación. Se comentaba los días previos que se estaba planteando la posibilidad de meter a un centrocampista más, Keita o Mascherano, en detrimento de Pedro, y colocar a Iniesta de extremo. Podría haber sido una idea razonable, pero Guardiola entendió que el estilo no admite dar un paso atrás, por pequeño que sea, y fue consciente de que el Barça de las grandes ocasiones (2-6, final de Roma) es el de un medio centro, Xavi e Iniesta como volantes, y arriba tres delanteros.

Y segundo, Guardiola, una vez elegido el once titular, optó por la disposición táctica más ofensiva posible. Si el Madrid llegaba invicto, arrasador en España y en Europa, con un contraataque temible, no se le ocurrió mejor antídoto que atacar sin descanso y tener siempre el balón. Colocó una defensa de tres en la divisoria, con Piqué Puyol y Abidal; Alves actuó de interior, juntándose con Busquets, Xavi, Iniesta y Messi, que hizo de centrocampista y de delantero; y en las bandas, bien abiertos pero con mucha movilidad, Pedro y Villa.

A partir de ahí, de esa superioridad numérica y técnica en el centro del campo, al Barcelona le resultó sencillo tejer su juego de pases, que por momentos resultó insultante. Liderado por un majestuoso Xavi e impulsado por Iniesta y Messi, el equipo de Guardiola elaboró un rondo interminable en el que participaban los once jugadores. En ocasiones renunciaron a un pase definitivo para seguir gustándose en las combinaciones, sabedores de que estaban interpretando una partitura única. Nadie juega, ni lo pretende, como el Barça.

Fue la belleza, pausada y serena, en un rectángulo con césped.

29 noviembre 2010

El mejor clásico del último medio siglo

Habría que remontarse a las dos últimas temporadas de los 50 y a la primera de los 60 para recordar un Barça-Madrid de tanto nivel. Eran los tiempos del Madrid de Di Stéfano y del Barcelona de Kubala, Kocsis, Evaristo, Suárez y Czibor, con Helenio Herrera en el banquillo. Mientras el Madrid ganaba cinco Copas de Europa seguidas ese Barcelona le levantó dos Ligas y le eliminó en las semifinales de la que habría sido su sexta orejona. Eran los dos mejores equipos del momento.

Desde entonces no han coincidido en el tiempo las mejores versiones de ambos clubes. Hasta la llegada de Cruyff como entrenador en 1988, el Barcelona fue un páramo (dos Ligas entre 1961 y 1991). Durante ese tiempo el Madrid tuvo grandes equipos, como el ye-ye o el de la Quinta. A partir de Cruyff el Barça pasó, por títulos y por estilo, a hegemonizar el panorama (dream team, Van Gaal, Rijkaard y Guardiola), con la salvedad del Madrid galáctico, un periodo en el que el Barça padeció el mandato de Gaspart.

Ahora, como hace 50 años, el Barça y el Madrid vuelven a ser los dos mejores equipos del mundo. Y se enfrentan esta noche en el Camp Nou. El referente futbolístico de los últimos tiempos contra el millonario aspirante. El estilo sedoso y elaborado frente a la contundente pegada. La posesión de la pelota contra el demoledor contraataque. Messi frente a Cristiano...

El Madrid llega invicto, pero Mourinho nunca ha ganado en el Estadi (la temporada pasada perdió las dos veces que jugó allí), aunque ha eliminado al Barcelona de la Champions en dos ocasiones. Cristiano nunca le ha marcado al Barça, pero Messi tampoco le ha metido un gol a los equipos de Mou. Guardiola le ha ganado las cuatro veces que se ha enfrentado al Madrid, pero reconoce que esa racha no durará siempre...

Difícil imaginar un espectáculo mayor.

Un pronóstico: si no ocurre nada extraño, si todo va normal, si no hay expulsados ni lesionados, si el árbitro pasa desapercibido, si no hay un ambiente caldeado, si el partido no se vuelve tenso el juego del Barcelona fluirá y fluirá y al Madrid se le harán muy largos noventa minutos corriendo detrás del balón.

17 octubre 2010

Antes fue el PP

Primero fue, en 1993, la desaparición oficial de Lérida y Gerona. Luego, en 1996, llegó Aznar al poder. Y nada cambió. Es más, en 1997, unas Cortes Generales controladas por el PP erradicaron oficialmente a La Coruña y a Orense. Más adelante, sin que nadie levantara la voz, las Baleares pasaron a ser, de manera oficial, Illes Balears.

Y hace un par de días, ZP decidió eliminar a Vizcaya, Guipúzcoa y Álava de la España oficial. Ahora son, exclusivamente, Bizkaia, Guipuzkoa y Araba.

El eminente filólogo y académico Francisco Rodríguez Adrados espera que "Rajoy lo anule al día siguiente si en el futuro llega al poder".

Pues que espere sentado el bueno de don Francisco. Antes hará frío en el infierno.

Miro al PSOE. Miro al PP. No encuentro, en este asunto como en tantos otros, diferencia alguna. Unos lo hacen por convicción. Otros por cobardía. Pero el resultado es el mismo: la liquidación de España.

26 septiembre 2010

A propósito de Guardiola

Desde no pocos foros capitalinos se está cuestionando con bastante virulencia la figura de Pep Guardiola. Las críticas no son futbolísticas, faltaría más, sino personales. Se acusa a Guardiola de haber creado un personaje superferolítico, que orina colonia y depone amapolas. Un pretencioso sin clase, un arribista venido a más que no ha sabido asimilar el éxito. Un impostor, dicen, que a nada que se le han torcido las cosas ha dejado a la vista sus costuras y se ha revelado como un tipo disimulado, soberbio, displicente, polémico y malintencionado.

Pero quien así opina desconoce profundamente quién es Pep Guardiola. El inquilino del banquillo del Camp Nou no es una caricutura de sí mismo. Él es así. Y si se le acusa de haber sacado los pies del tiesto últimamente no es porque haya dicho o hecho nada escandaloso, sino porque lo que en otros es costumbre, en Guardiola hasta la más minúscula salida de tono rechina, dada su, hasta el momento, modélica trayectoria, difícilmente comparable en educación y respeto.

En un mundo como el del fútbol en el que toda caspa tiene su asiento, la figura de Guardiola se eleva ante la pequeñez que le rodea. Cualquiera que se asome al muy bochornoso pero a la vez influyente periodismo deportivo, desde la prensa a las tertulias televisivas o radiofónicas, comprobará de qué manera la profesión, salvo contadísimas excepciones, está asolada por la estulticia, la banalidad, los topicazos, la grosería y la falta de rigor y análisis. Guardiola es la antítesis de toda esa basura.

Su discurso es complejo, mueve a la reflexión. En una España en la que todo vale, en la que que el triunfo es el principal argumento de unos y otros, en la que lo fundamental es la victoria a cualquier precio, Guardiola defiende principios, cree en algo y lleva hasta el infinito sus ideas. Es un radical. Para él, el medio debe prevalecer sobre el fin, la forma sobre el resultado. Considera que se puede ganar o perder, pero nunca se perdonaría traicionarse a sí mismo. Y además gana siempre, lo gana todo, con una propuesta única, a contracorriente respecto a lo establecido.

Pero la relevancia de Guardiola va más allá. Porque siendo destacable que abandere algo distinto a lo demás y a la vez exitoso, no menos crucial es que los logros sean consecuencia de anteponer el interés de su club al suyo propio; de conseguir que prevalezca el trabajo en equipo y la cooperación de todos los miembros del colectivo sobre los egos de quienes son incapaces de entender dónde están. Suele insistir Guardiola en que ni él ni sus subordinados hacen grande a la institución para la que trabajan; es la institución la que les hace grandes a ellos.

Pues bien, la respuesta que se ofrece al noi de Sampedor desde Madrid (esa parte de España tan heroica en lo político, hasta el punto de que probablemente sea lo único rescatable de una nación en la que en el resto de las regiones en que se divide sólo encontramos nacionalismo obligatorio o aldeanismo deprimente) es de menosprecio cuando no de inquina. En lugar de reconocer los méritos del oponente, de reivindicar e integrar con normalidad a un catalán que no deja de ser un español más, la actitud no puede ser más lamentable: cínica, envidiosa y mezquina. Pocas veces se ha tenido desde Madrid una vista tan baja y una mirada tan cortoplacista ante una figura tan mayúscula.

Lo peor que se puede decir de los periodistas deportivos de la capital es que cada vez se parecen más a sus homólogos barceloneses.

28 julio 2010

El Tour atípico de Contador


El tercer, pero si la lógica no falla no último, Tour de Contador se puede resumir en dos momentos: su ataque fallido a Andy Schleck en el Tourmalet y su sufrimiento en la contrarreloj final. Pero Contador es tan bueno, un talento brutal sobre la bicicleta, que a pesar de no encontrarse por diversos motivos (excesivo desgaste en carreras previas a la ronda gala, agotamiento psicológico, problemas estomacales en los últimos días) en plenitud física se acabó imponiendo. Ganó casi por obligación, por inercia, tal es la parálisis, el respeto que provoca en sus rivales.

No ha sido un súper Contador, más bien todo lo contrario, alejado del espectáculo del que siempre hace bandera; ni siquiera ha ganado una etapa y no ha dejado, salvo en Mende, ningún demarraje memorable; tampoco ha estado bien en las contrarrelojes. Pero ha sacado a relucir otra de sus cualidades, su inteligencia, su conocimiento del oficio. Economizar al máximo los esfuerzos para triunfar cuando las piernas no están tan bien como uno pensaba, realizar declaraciones a la prensa confiando sobradamente en tus posibilidades para dar una impresión de fortaleza que nada tenía que ver con la realidad, y de ese modo atemorizar a los adversarios.

Si Andy Schleck es el único enemigo de Contador para los próximos años, el reinado del chico de Pinto no tendrá fin. Que no nos ciegue la clase y la carita de niño bueno del luxemburgués. En circunstancias normales, Contador es mejor que Schleck de aquí a Lima. Ni en montaña ni en contrarreloj ni en visión de carrera hay comparación posible entre uno y otro.

Lástima el desprestigio que padece el ciclismo de un tiempo para acá. Si no fuera por eso la figura de Alberto Contador Velasco debería ser colocada al nivel de los Nadal, Gasol o Alonso, por referirnos únicamente a deportes individuales. A Contador, un mal Tour le da para ganarlo. El futuro le pertence, la historia le espera.

13 julio 2010

La coronación del fútbol virtuoso


Cuando Andrés Iniesta Luján enganchó el balón con su pierna derecha y batió al portero neerlandés de tiro cruzado marcó algo más que un gol que valía un Mundial. Ese exitoso disparo supuso la culminación insuperable de un estilo, de una manera de entender el fútbol por parte de la selección española de Vicente del Bosque.

La acción postrera de Iniesta coronó a España, no ya con el cetro más preciado en el fútbol, un Mundial, sino con un hueco para siempre en el corazón de los aficionados, con un lugar en la memoria de cualquier seguidor del deporte rey.

España, alrededor de Xavi y del propio Iniesta, a su vez secundados por otros jugadores de primerísima fila, ha llevado la técnica futbolística a cotas pocas veces vistas. No resulta exagerado comparar a esta selección con el Brasil del 70 y del 82 o con la Naranja Mecánica del 74 y del 78, los grandes monumentos que hasta ahora se reconocían en el fútbol.

A partir del virtuosismo individual de sus centrocampistas puesto siempre al servicio del colectivo, España ha logrado la sencillez absoluta, que es lo más difícil de conseguir en el fútbol. Desde la voluntad irrenunciable de tener el balón y de jugar en el campo del rival, Xavi, Iniesta, Busquets, Cesc, Xabi Alonso o Piqué ofrecen un festival de rápidas combinaciones a uno o dos toques, paredes, apoyos, triangulaciones, controles orientados, giros sobre sí mismos para zafarse de un rival, taconazos para romper líneas enemigas, no ornamentales, cambios de orientación o últimos pases indescifrable hasta para el más pintado de los planteamientos defensivos.

Se ha impuesto, como ocurrió en la Eurocopa hace dos años, como ocurre más que frecuentemente con el Barça, de cuya ideología futbolística se alimenta esta selección, el equipo con los jugadores más técnicos y con más sentido coral del fútbol. Se ha impuesto un modelo inimitable, ninguna selección juega ni pretende jugar como España, que ya ha entrado en la Historia.

04 noviembre 2009

Oración fúnebre ante el cadaver del PP

(Por su interés, transcribimos el editorial de las 8 de Es La Mañana de Federico de este lunes, una oración fúnebre, como la que pronunció Marco Antonio ante el cadáver de Julio César, en honor del PP).

Mariano Rajoy comenzó perdiendo las elecciones y quedándose. No dimitió, no se fue. Perdió por segunda vez, y esta vez no estaba la masacre del 11-M, pero se quedó. Para quedarse, ¿qué hizo? Pues Mariano apuñaló a Acebes y a Zaplana. ¿Por qué? Porque eran los enemigos del PSOE, y como eran los enemigos del PSOE y Mariano quería desligar su suerte de la del PP, como si él no hubiera perdido las elecciones, dijo aquello, fantástico, de que él iba a hacer su propio equipo, como si durante cuatro años Acebes y Zaplana no hubieran sido de su equipo sino heredados de Aznar. Mató, apuñaló, traicionó a Acebes y a Zaplana.

Pero Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después a apuñalar a María San Gil, con la que se había paseado pocos meses antes en compañía de dos millones de personas, cientos de miles de banderas nacionales en Recoletos, la mayor demostración que ha hecho nunca un partido nacional. Apuñaló a María San Gil, ¿por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Después procedió a apuñalar a Manuel Pizarro, su número dos en la lista por Madrid. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano Rajoy es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después, en el congreso de Valencia, a apuñalar a los dos medios que más le habían favorecido cuando todos le atacaban, en especial Prisa, esos medios eran El Mundo y la COPE, cuando la COPE era la COPE. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Conspiró después en la COPE hasta echar o ayudar a la expulsión de los periodistas que también le habían ayudado desinteresadamente, pero que criticaban su volantazo mexicano tras las elecciones. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después a decapitar a Daniel Sirera, jefe del PP en Cataluña, para colocar a una de los dos verdugos de María San Gil, que fueron Soria, ¡arriba Soria!, y Sánchez Camacho. La decapitación fue tan mal, tan torpe fue la "verduga" Ana Mato, que estuvo a punto de conseguir que ganara Montserrat Nebrera, tan del PP que se acaba de ir. ¿Por qué echó a Sirera y cambió el discurso antinacionalista que es el típico del PP? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Continuó uniendo su suerte a la de los afectados por Gürtel, Bárcenas, el tesorero, en Madrid, y toda la trama de El Bigotes en Valencia, empezando por Camps y compañía. Y después los traicionó. Tras montar el gran número y presentarse en las elecciones europeas junto al pío Mayor Oreja diciendo que Camps era el hombre más honrado de Valencia, después lo abandonó. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Procedió después radicalmente contra Ricardo Costa porque, todavía como Secretario General del PPCV, se atrevió a pedir que le dijeran de qué se le acusaba. Lo fulminó. No hizo lo mismo, no, no hizo lo mismo con Manuel Cobo, el álter ego de Gallardón. La semana pasada, el lunes en El País, el diario de Gallardón y por tanto de Mariano en su nueva serie, perpetró toda clase de ferocidades contra la presidenta del PP de Madrid y de la Comunidad de Madrid, plaza fuerte, la más importante que tiene el Partido Popular. ¿Y qué hizo Mariano? Pues Mariano hizo lo que ya lleva haciendo con Esperanza desde le discurso de Elche, el que quiera irse el Partido Liberal o al Partido Conservador que se vaya. ¿Por qué?

Porque Mariano Rajoy es un hombre honrado, y sin duda, moderado. No en el trato a Espernza Aguirre. Pero tendría sus buenas razones.

La campaña de acoso a Esperanza Aguirre empezó antes, cuando, en vísperas del verano, El País se inventó una supuesta trama de espionaje de Aguirre contra Gallardón. Y Rajoy lo dio por bueno. Y le abrió expediente a Esperanza Aguirre con la única acusación de unas notas publicadas en El País que, como demostró El Mundo, eran falsas de cabo a rabo. ¿Por qué trató tan injusta y sañudamente a Esperanza Aguirre hasta el punto de abrirle expediente sin ninguna base? No lo sabemos. Pero tendría sus buenas razones.

Porque Mariano Rajoy es un hombre honrado, y sin duda, moderado. No con Esperanza Aguirre, ciertamente, pero sí con Cobo y Gallardón. Porque cuando Gallardón y Cobo insultaron salvajemente a Esperanza Aguirre llamándola nazi, calificando de vómito su actuación en Caja Madrid, Mariano acreditó que es sin duda un hombre honrado, y sin duda, muy moderado.

A raíz de estos acontecimientos, 107 de 110 alcaldes del PP en la Comunidad de Madrid firmaron un manifiesto contra Cobo y Gallardón y en defensa de Esperanza Aguirre. Y el propio ayuntamiento de Madrid quedó partido por la mitad. ¿Ha hecho algo Mariano Rajoy en virtud de esa rebelión de todo el PP de Madrid contra Gallardón y Cobo? No, pero será por una buena razón.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

Las razones de Mariano para cargarse el PP no las conocemos. Algunos pensarán que es simplemente porque ha querido sobrevivir a cualquier precio. Entregando el partido, entregando sus ideas, entregando sus principios y enfeudándose a Prisa para que lo traten tan bien como a Gallardón. Pero eso no podemos creerlo.

Porque Mariano es un hombre honrado, y sin duda, moderado.

En fin, Mariano, tintas están tus manos y tu espada con la sangre del PP, con la sangre de Acebes, Zaplana, María San Gil, Pizarro, El Mundo, la COPE, Esperanza Aguirre una y otra vez, Daniel Sirera, Camps, Ricardo Costa, el PP de Madrid… La sangre te chorrea por el codo, pero habrás tenido buenas razones para empuñar la espada, ¿alguien lo duda?

¿Alguien duda de que Mariano sea un hombre honrado, y sin duda, moderado?

17 octubre 2009

Generación Andrés Montes

Hace un mes, tras acabar la final del Eurobasket de Polonia, Andrés Montes: "Yo me despido de todos ustedes. Es mi última retransmisión con La Sexta y voy a decir lo mismo que decía hace tres años y pico, cuando vine aquí: la vida puede ser maravillosa. Un saludo, amigos".

Pertenezco a esa generación de españoles que trasnochaba en no pocas ocasiones, con la consecuencia lógica en algunos exámenes, para ver los partidos de la NBA que narraba Andrés Montes y comentaba Antoni Daimiel.

Aunque muchos descubrieron a Montes en ese momento yo lo recuerdo de mucho antes, cuando retransmitía el baloncesto en la Antena 3 Radio de García. De aquella época son sus primeros motes: Jota Ele Punto Llorente; Chechu Biriukov, desde Rusia con amor; José Lasa, tú serás mi baby; Rafa de repente un extraño Vecina; Alberto Caviar Herreros; Azofra, el chico más listo de la clase.

Pero fueron sus narraciones televisivas de la NBA, primero y de la selección española de baloncesto (en fútbol parecía algo postizo), después lo que convierten a Andres Montes en un icono generacional. Su influencia en cualquier persona mínimamente interesada por el deporte de la canasta es absoluta. ¿Quién, jugando una pachanga de baloncesto, no ha gritado alguna vez vaya crack, jugón, cómo las enchufa, pincho de merluza, Bonilla a la vista, estopa mix, con el bricolaje, raza blanca: tirador, se dejaba llevar o Wilma, ábreme la puerta?

Es cierto que Andrés Montes no ayudaba a que el espectador desentrañase los secretos de un partido de baloncesto, espectáculo más complejo que lo que él solía dar a entender, es más, frecuentemente confundía al personal con sus apreciaciones un tanto superficiales. Pero su legado es enorme. Trascenderá al paso del tiempo. Consiguió que mucha gente que apenas sabía lo que era una falta personal se acercara a la NBA con verdadero entusiasmo. Y los que ya estaban familiarizados se engancharon a sus narraciones sabiendo que estaban ante algo único, especial, diferente a todo lo que se veía por ahí fuera.

Esa pasión narrando, ese estilo inconfundible, esa exactitud a la hora de inventarse motes para todo tipo de jugadores, ese querencia por los tipos controvertidos, esas conversaciones con Daimiel sobre la vida (Calabaza's Club, ¿qué pasó en el verano del 99, Daimiel?), forman parte de los mejores recuerdos de mi adolescencia.

Murió la magia del basket. Andrés Montes. Descanse en paz.

12 septiembre 2009

El peor momento desde Sydney 2000

La llegada de los júniores de oro a la selección supone un antes y un después en el baloncesto español. El último campeonato sin ellos (la presencia de Navarro y López fue testimonial) fueron los JJOO de 2000. A partir del Europeo de Turquía del año siguiente se fue formando un grupo de talentos llamado a protagonizar una de las trayectorias más gloriosas de nuestro deporte.

A los jugadores ya citados se unieron Gasol y Reyes, más adelante Calderón, Cabezas y Berni. Y a ellos, a esa generación, a su vez se fue añadiendo gente NBA como Garbajosa, Rudy, Sergio Rodríguez y Marc Gasol. Y a éstos últimos, hay que sumar jugadores con potencial NBA como Ricky, Claver o Fran Vázquez (aunque este último inexplicablemente apartado de la selección). En fin, una constelación de estrellas impensable de imaginar una década atrás.

Pero no se han quedado en el papel de grandes jugadores únicamente preocupados por sus contratos millonarios. Han sido desde el principio un ejemplo de compromiso con la camiseta nacional. Han basado el éxito en la unidad del grupo, en la cohesión interna, en anteponer lo colectivo a lo individual. Generosidad, sacrificio... La sociedad, más allá de las medallas que se han colgado, los ha admirado por los valores que representaban.

Y así hasta este, de momento, fatídico Eurobasket de Polonia. Todo fue un despropósito desde unas semanas antes de comenzar los JJOO de Pekín. El presidente de la FEB, el inefable José Luis Sáez, destituyó a Pepu Hernández con la excusa de que estaba negociando con un club. La solución es Aíto García Reneses que, era un secreto a voces, estaba negociando con Unicaja. Al acabar el campeonato, y confirmado el fichaje de don Alejandro por el equipo malagueño, se entiende que existe incompatibilidad entre los dos cargos. La solución es Sergio Scariolo, gran entrenador... pero con contrato, que no rescindió, con el Khimki de Rusia. Un esperpento.

Vaya por delante que el técnico italiano nos parece uno de los mejores de Europa (no necesariamente más capacitado que Pepu o Aito, eso sí). Pero se está luciendo en Polonia. Muy errático, empezó con una rotación amplia, como mandan los cánones del baloncesto moderno para así conseguir que los jugadores lleguen frescos a los encuentros decisivos. Como los primeros partidos salieron mal, renunció a su idea inicial y pasó a jugar con apenas siete hombres, esto es, pan para hoy, hambre para mañana. Se ha cargado a Víctor Claver, el único tres de calidad del baloncesto español. Y no ha sacado el rendimiento que le sacó Aíto a Ricky el año pasado.

Del juego alegre que ha caracterizado a esta selección hemos pasado a un baloncesto crispado, las rápidas transiciones han devenido ritmo cansino, los alley oops se han convertido en precipitadas pérdidas de balón, la agresiva defensa individual que permitía robar balones ahora es una cómoda autopista.

El colmo ha sido la última jugada en el partido de esta tarde contra Turquía. Con Pau, Navarro y Rudy en pista a Scariolo se le ha ocurrido la genialidad de que se la jugara Sergio Llull. Bien está que los entrenadores se salgan del guión y que adopten decisiones que sorprendan al rival. Riqueza táctica, ganar partidos desde la pizarra. Pero lo ocurrido en esa última jugada ha sido excesivo. Una falta de respeto a las jerarquías, a jugadores que lo son todo. Y luego vino la rajada en caliente del entrañable Marc Gasol. El fin de la inocencia, se ha roto la famosa unión del grupo.

Pero no todo está perdido. Si Pau da un puñetazo sobre la mesa cualquiera de las selecciones que ahora nos parecen un Everest se esconderán en el armario. Hay jugadores, incluso hay entrenador, para ganar el primer Europeo de nuestra historia. Aunque ya nada será igual. España ha perdido ese aura de invencibilidad. Si acaba ganando lo hará sin aquella prestancia, sin aquellas sensaciones tan especiales. La selección ha vuelto a la tierra.

27 julio 2009

Hacia el infinito y más allá

¿Dónde está el límite en las grandes carreras por etapas, Vuelta, Giro, Tour, de Alberto Contador Velasco, el chico de Pinto que si no fuera por la permanente sospecha que envuelve al ciclismo estaría situado para la opinión pública en el mismo pedestal en el que se encuentran Nadal, Gasol, Alonso o Iniesta, los rostros más visibles, la flor y nata, del apoteósico momento que vive el deporte español?



Su compromiso por devolver la credibilidad al ciclismo, esa rabia con la que compite, nos permiten aventurar que su techo es ahora mismo desconocido. Contador, el verbo hecho carne, según lo ha descrito el célebre especialista del periódico del régimen, no corre para ganar sino para redimir a su deporte. El espectáculo que ofrece no es un medio sino un fin en sí mismo. No compite contra rivales, a años luz todos ellos, tal es la superioridad que muestra en la montaña y en la contrarreloj, tal es su cabeza privilegiada que le permite sobrevivir a los ambientes más hostiles y a todo tipo de insidias sin apenas alterarse, sino contra operaciones puerto, ceras, amas, pasaportes biológicos, gendarmes, conis y demás paisaje de mentiras y complicidades que han alejado al ciclismo de los aficionados.

En su segundo Tour tras el de 2007 (el año pasado no participó por el veto al Astana), labrado golpe a golpe, segundo puesto en el prólogo de Montecarlo tras el insuperable Cancellara; ataque de un kilómetro y medio en Arcalís; triunfo en Verbier con un demarraje de escalador puro, a lo Bahamontes; y maravilla epatante alrededor del lago de Annecy, Contador será recordado más allá de todo eso por ser el hombre que acabó con el mito de Lance Armstrong, el imbatido campeón que regresó para morir, para humanizarse, para ser por fin querido, apreciado... en la derrota.

Sí, pero si no llega a ser por Contador, ni muerte, ni humanización, ni nada, porque el increíble americano, tres años retirado, una clavícula rota hace unos meses, 38 años, ha subido al tercer cajón del podio en una gesta que el paso de los años magnificará justamente. Tan impresionante en la carretera como trapacero, al alimón con su disimulado director Johan Bruyneel, y maleducado fuera de ella, Armstrong es, sin discusión alguna, el mejor corredor de la historia del Tour de Francia. Hasta que Contador lo remedie, claro.

08 junio 2009

Ni se muere padre ni cenamos

El peor de los escenarios posibles. Ni Rajoy se llevó un palo que le hubiera obligado a largarse de Génova, 13 y a convocar un congreso extraordinario; ni consiguió una victoria aplastante que hubiera permitido pensar en la posibilidad de un cambio de gobierno en 2012.

Rajoy llegará a las generales, así lo han querido los votantes del PP. Y volverá a perder, por supuesto, ante un Zapatero que de nuevo echará mano de la extrema izquierda y de los nacionalistas. Un drama. El PP rajoyesco es un partido sin ilusión, sin esperanza, anodino, acomplejado, sumiso y perdedor. Con cuatro millones de parados, con una crisis social brutal, en una situación en la que toda la izquierda europea se ha pegado una buena, apenas le ha sacado dos diputados al PSOE, apenas ha subido el porcentaje de votos respecto a las anteriores elecciones al Parlamento europeo. Un desastre. A nada que la economía mundial se empiece a recuperar de aquí a dos años y el Gobierno maquille un poco las cifras del desempleo, ¿quién pone en duda la tercera victoria de Zapatero? Ganará sin bajarse del autobús.

En cualquier caso conviene no olvidar que, a pesar de que Rajoy se atribuya la victoria, la persona que ayer triunfó, entre comillas, se llama Jaime Mayor Oreja, un viejo pretoriano de Aznar que defiende cosas, tan extrañas a la actual dirección del PP, como la unidad de España, la libertad lingüística, la obligación de combatir políticamente al nacionalismo y la necesidad de oponerse a la nueva ley del aborto. De hecho, el PSOE ninguneó durante la campaña a Rajoy y se centró en atacar a Aznar, que, al parecer, se presentaba a través de Mayor Oreja.

Desde estas líneas seguiremos insistiendo en lo fundamental: el peor enemigo del PP es Rajoy. Nunca ganará a Zapatero unas generales, y si lo hiciera, suceso harto improbable, de poco serviría. Casi nada iba a cambiar. Malos tiempos para la política.

07 junio 2009

Votaré al partido de Rosa Díez

Desde las generales de 2000, pasando por las municipales y autonómicas de 2003, las generales de 2004, las europeas de 2005, las municipales de 2007 y las generales de 2008, siempre he votado al PP. Ahora el cuerpo me pide abstenerme, pero creo que hoy se nos presenta una buena ocasión de hacer algo por España: votaré a UPyD, a las listas que encabeza Sosa Wagner, el que fuera profesor de Administrativo de Zapatero.

No es que la formación patrocinada en lo intelectual por Fernando Savater me entusiasme, pero considero que votar a UPyD es la mejor manera de hacer daño al PP. Y ahora se trata de hacer daño al PP, el partido que ha renunciado a ser alternativa al socialismo para convertirse en estático heredero del régimen de ZP; el partido que con tal de no hacer ruido prefiere confundirse con el paisaje antes que defender unos principios que pudieran ofender a la progresía; el partido que lo fía todo a la economía, lo único importante, como si de marxistas se tratara; el partido político apolítico, no se meta usted en política, no dé la batalla de las ideas, no vaya a ser que le tachen de neoliberal, de conspiranoico y/o de pertenecer a la derecha extrema.

Peor que el gobierno de Zapatero es la no oposición de Rajoy. España puede sobrevivir a un gobierno maligno e incompetente, pero difícilmente subsistirá a una oposición que no aparece como algo distinto que va a cambiarlo todo. Antes que echar al actual inquilino de La Moncloa se nos presenta una cuestión de previo pronunciamiento: expulsar a Rajoy de Génova para que los españoles, de cara a las próximas elecciones generales, puedan elegir entre dos partidos distintos, no como ahora. ¿Es acaso el PP actual una alternativa respecto al 11-M, a la cuestión de los derechos de libertad lingüística o al nuevo modelo sociedad en el que el nasciturus no es un ser humano o en el que abortar equivale a ponerse tetas?

Termino con una frase lapidaria de Fernando Sánchez Dragó: "Votar a Rosa es hacerlo por el bien del PP, porque ese partido necesita librarse de Rajoy, convocar primarias entre sus militantes y dar paso a la esperanza que Esperanza representa".

28 mayo 2009

La Tercera

Unos minutos antes de que comenzara la final Guardiola le puso a toda la plantilla un vídeo...



Noventa minutos después, un Barça con más canteranos y menos señeras que nunca (en esta ocasión, para los fastos, únicamente se disfrazaron Piqué y un atolondrado Andrés Iniesta, de Fuentealbilla, Albacete), muy catalán y por tanto muy español, alzó la Tercera, conquistó el triplete y, sobre todo, dejó una huella indeleble por el tipo de fútbol que practicó, siempre atrevido, sin dudas, convencido de que hay que creer en unos principios y vencer o morir con ellos, pero nunca traicionarse a uno mismo...

Todo el campo,
es un clamor,
somos la gente azulgrana,
no importa de donde venimos,
si del sur o del norte,
eso si, estamos de acuerdo, estamos de acuerdo,
una bandera nos hermana.
Azulgrana al viento,
un grito valiente,
tenemos un nombre,
lo sabe todo el mundo:

¡Barça! ¡Barça ! ¡Baaaarça!

Jugadores, aficionados,
todos unidos hacemos fuerza,
son muchos años llenos de sacrificio,
son muchos los goles que hemos gritado,
y se ha demostrado, se ha demostrado,
que nunca nadie nos podrá doblegar.
Azulgrana al viento,
un grito valiente,
tenemos un nombre,
lo sabe todo el mundo:

¡Barça! ¡Barça! ¡Baaaarça!

27 mayo 2009

Sentir el miedo en los ojos de mi enemigo

A unas pocas horas de la gloria, del reconocimiento definitivo, sin matices, del éxito más absoluto, Copa, Liga y Champions. Así se encuentra este glorioso Barça de Guardiola. A un paso de la leyenda.

Final grande. Los dos mejores equipos de Europa sin discusión. Barcelona-Manchester (el United, como se le conoce en Reino Unido). Dos estilos distintos aunque no antagónicos. Posesión y talento frente a verticalidad y despliegue físico. El campeón de 2006 contra el de 2008. Los ganadores de las dos ligas más importantes del Continente. Messi contra Cristiano Ronaldo. Todo eso en el Estadio Olímpico de Roma.

A Guardiola siempre le pareció una tontería, palabrería que no significa nada, eso de que las finales no se juegan, se ganan. Él entiende la victoria a partir del juego. Un revolucionario. Como en uno de los versos de Viva la Vida, la canción talismán de Guardiola, el Barça siente el miedo en los ojos de su enemigo, el miedo a no ver la pelota si Xavi e Iniesta se apoderan de ella, se hacen dueños del partido y no queda más remedio que bajar la persiana.

Porque en defensa, teniendo en cuenta la baja de Alves y las incógnitas de Touré como central y de Keita en el lateral izquierdo, el ManU está un poco por encima, O'Shea, Ferdinand, Vidic y Evra son muy solventes, una garantía. Y en ataque las fuerzas están equilibradas, Messi y CR7 se anulan, Henry y Rooney ídem y Eto'o y Tévez (o Berbatov o Park) también. La diferencia la marcan los centrocampistas. Busquets y Carrick son parecidos, pero Xavi e Iniesta son muy superiores a Anderson y a Scholes (o Giggs). Ahí está la clave.

Esta noche un equipo español, y que además practica un fútbol maravilloso, puede ganar la Copa de Europa. Todos con el Barcelona. ¡A por la Tercera!

22 mayo 2009

Comprometido

Hace unos días murió Mario Benedetti, un poeta comprometido. Con las peores causas, por supuesto. Comprometido con la tiranía, con la intolerancia, con la homofobia, con la represión. En eso consistió el compromiso político del poeta uruguayo, en abrazar regímenes abominables como la Cuba de Fidel Castro o ideologías tan liberticidas como la comunista.

Un compromiso que glorificó los cien millones de muertos, la cárcel y la pobreza (para los demás), aunque los asquerosos ditirambos con que se ha recibido su fenecimiento recuerden únicamente que fue un hombre bueno e insobornable, un ejemplo de ética y coherencia, el vate del amor y la alegría.

En la asignatura de Democracia merecería un suspenso sin paliativos, aunque en EpC habría sacado matrícula de honor.

Que tanta paz tenga en su descanso como odio destiló su miserable compromiso político. Murió Mario Benedetti, el poeta totalitario.

14 mayo 2009

Mestalla fuimos nosotros

Nada debemos reprochar a los aficionados del Athletic y del Barcelona que, sin apenas excepciones, abuchearon el himno nacional antes de comenzar la final de la Copa del Rey en Mestalla. Nada. Son nacionalistas y es su obligación atacar todo aquello que tenga que ver con España.

Los nacionalistas, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, son odiosos. Merecen el desprecio más absoluto, ser apartados de la vida pública. Son un mal para la Nación. Pero el problema no es ese. La cuestión es cómo hemos llegado a esto. ¿Por qué en España decenas de miles de indeseables pueden agredir de tal manera uno de los símbolos nacionales sin que nada ocurra?

No era Zapatero el que estaba azuzando a esos mostrencos, ni tampoco Montilla, ni Ibarretxe. Éramos todos nosotros los que silbábamos. Los españoles, salvo unas pocas voces que han clamado en el desierto, hemos consentido que se haya llegado a una situación de tal putrefacción moral que hace difícilmente sostenible la pervivencia de la Nación. Si es que todavía existe.

El Rey, que inaugura el curso escolar en un colegio donde se prohíbe hablar en español, y el PSOE y sus votantes, que se jactan, por ejemplo, de multar a las personas por rotular en español, desde luego, son culpables por acción. Pero no menos grave ha sido el comportamiento del PP a lo largo de estos años. ¿Qué hizo Aznar durante sus ocho años en La Moncloa para revertir una realidad ya emponzoñada? Pactar con los nacionalistas vascos y catalanes y defenestrar a Vidal Quadras; consentir que en Baleares, a través del infausto Matas, comenzase la persecución a los castellanohablantes; copiar en Galicia, por medio de Fraga, el modelo lingüístico de Pujol; negar libertad de elección de lengua en muchas zonas de la Comunidad Valenciana. ¿Y Rajoy? Un cómplice de Zapatero incapaz de pronunciar una sola palabra sobre la nueva Ley de Educación de Cataluña en el Debate sobre el Estado de la Nación o de criticar la conculcación de derechos humanos en materia lingüística que se está produciendo en numerosas partes de nuestro país.

En ningún rincón del mundo cabe imaginar un hecho como el que tuvo lugar en Mestalla. Sarkozy amenazó con suspender todo partido en el que se oyera un leve abucheo a La Marsellesa. Lo que no resulta novedoso es la censura de TVE. Lo hemos visto más veces. En Cuba. O en Venezuela.

03 mayo 2009

Poesía en Chamartín

Este blogger, gracias a la generosidad de un amigo, tuvo la fortuna de presenciar en el Bernabéu el 2-6 del Barça al Madrid. Fue una de las mayores exhibiciones de la historia del fútbol. Dice Alfredo Relaño que todavía se hablará de ese partido cuando todos nosotros hayamos muerto.

Soy de Guardiola casi desde antes de Guardiola. No sólo ha sido mi jugador preferido (los ha habido y los hay mejores, pero nadie es capaz de llegar tanto al corazón como él), sino que prácticamente desde siempre he pensado que el Barça será de Guardiola o no será (la frase es de Malraux, no de de Zapatero). Lo pueden leer: Un retirado que debuta todos los días; Comienza la era Guardiola; Ja sóc aquí; o Las luces y las sombras del Barça de Guardiola.

Ahora es fácil subirse al carro. Pero es obligado recordar que la muy zarrapastrosa prensa de (del) Barcelona defendía, hace menos de un año, que era una temeridad dejar la nave azulgrana en manos de un inexperto. Algunos iban más lejos y decían que fichar a Guardiola, cuya propuesta resultaba ya vieja y superada, era una frivolidad impropia de un club de primer nivel. La solución era algo moderno, como Mourinho o similares. Sí, sí, a Guardiola se le acusaba, cuando ni siquiera había abierto la boca, de estar pasado de moda. Esa matraca de la escuela holandesa, Cruyff, Van Gaal, Rijkaard, que apenas había dejado 8 Ligas y 2 Copas de Europa, era algo cansino. Se pedía un cambio de rumbo. A Guardiola se le identificaba con un pasado del que había que escapar de una vez por todas. Esa clase de basura tuvimos que leer.

Y así, ante la sospecha generalizada, Guardiola se hizo cargo de su amado Barça. No le importó. Desde el primer día dejó claro que su concepción del fútbol es radical, innegociable. El Barcelona debe ser siempre fiel a su estilo. Sólo hay un camino para la victoria, tener el balón, no especular, atacar siempre, ¿de qué le sirve a un equipo ganar un partido si pierde su alma?

Y el 2 de mayo de 2009, en el Santiago Bernabéu, el Barcelona puso en práctica hasta el extremo la filosofía de su técnico. Quien esto escribe creía que iba a ser un error no reservar para Londres a una serie de jugadores que habían dado muestras de estar agotados física y mentalmente. Pero por una vez se demostró que quien mejor conoce a los futbolistas es el entrenador. Parecía que Guardiola no había inventado nada, pues poner a los mejores está al alcance de cualquiera (lo genial, en apariencia, hubiera sido alinear a Cáceres, Busquets, Bojan o Pedrito), pero su decisión de colocar a Messi de falso delantero centro, inalcanzable tanto para la pareja de pivotes como de centrales blancos, fue decisiva.

A partir de ese detalle táctico, y de la jerarquía de Xavi e Iniesta, el Barça sacó todo su repertorio de fútbol delicado, atrevido, audaz, sencillo (pero no simple), sublime. Y por supuesto eficaz, 2-6. ¿Qué prefieres, jugar bien o ganar?

01 mayo 2009

La mejor Final Four de la historia

En medio de la semana más importante de la temporada para el Barça de fútbol (Chelsea-Madrid-Chelsea), llama a la puerta el de baloncesto. Esta tarde, en Berlín, comienza la Final Four de la Euroliga.

Cuatro equipazos, sin tapados, sin sorpresas, sin cenicientas. Los cuatro presupuestos más altos. Jugadores con pasado o futuro NBA. Entrenadores que son leyenda viva de este deporte. Y un nivel de baloncesto, en lo técnico, en lo físico y en lo táctico, diferente pero no inferior al que vemos en el otro lado del Atlántico.

Los dos conjuntos atenienses nadan en la abundancia, plantillas profundísimas, lo que les permite jugar a un ritmo altísimo los 40 minutos. Obradovic tiene que repartir en el Panathinaikos dos puestos entre cuatro exteriores: Spanoulis, Jasikevicius, Diamantidis y Nicholas. En la pintura, sin embargo, asusta menos, con Pekovic y Batiste de referentes. Carece de un gran alero. El Olimpyacos de Giannakis parece favorito. El quinteto Greer, Papaloukas, Childress, Vujcic y Bourousis, impresiona. Más Halperin, Pargo, Vasilopoulos, Erceg, Schortsanitis...

El CSKA de Messina, vigente campeón, ha perdido a dos baluartes (que curiosamente han ido a parar a dos de sus rivales en Berlín), Papaloukas y Andersen, pero conserva un esqueleto muy reconocible y que juega de memoria: Holden, Langdon, Siskauskas, Smodis y Lorbek, con Khryapa como sexto hombre. Baloncesto control y manejo de situaciones límites como nadie.

El Barcelona, en muchos sentidos, representa lo contrario que su contrincante en las semis. Entrenador novato, muchos jugadores inexpertos, juego veloz, nada especulativo, flexibilidad en los planteamientos. Xavi Pascual, siempre agarrado a la superestrella Navarro, ha recuperado para la causa a Ilyasova y a Vázquez. La explosión de estos dos jugadores, que fueron defenestrados por Dusko Ivanovic (entrenador al que habría que aplicar el protocolo de Kioto por los efectos devastadores que ocasionó a su paso por el Palau, ¡Marc Gasol tampoco le valía!), ha sido clave. Lakovic, otro que ha resucitado, llega en un buen momento. La segunda unidad es de garantías, gente como Andersen y Santiago por dentro y Basile y Grimau por fuera, no van a fallar. Si no fuera por el tremendo agujero en la posición de tres (Barton suele ser intrascendente) y las dudas que genera Sada (ha ido de más a menos) como base reserva, uno se imaginaría al Barça conquistando la "Segunda".

05 abril 2009

Rajoy y Gallardón son peores que ZP y Rubalcaba

En esta mañana de Domingo de Ramos, entrada triunfante de Jesús en Jerusalén, se ha conocido la defenestración de Federico Jiménez Losantos en la COPE. Lo que no han conseguido sus enemigos de izquierdas, ni los nacionalistas, lo han logrado los de derechas, ora políticos, ora (poco) obispos. El precio de la libertad y de la independencia.

Se cierra una etapa y empieza otra. Esta defenestración es la culminación de una trayectoria que comenzó con el cambio de rumbo total que adoptó Rajoy tras perder las generales en marzo del pasado año: fuera María San Gil y Ortega Lara, Gallardón capitán general y Esperanza Aguirre investigada por... Génova, es decir, por la banda gürtel de Bárcenas, Sepúlveda, Galeote y...

En este nuevo orden, marcado por la corrupción rampante y la sumisión a Prisa, había que erradicar a Federico. Era un estorbo inadmisible por ser una voz insobornable.

Mientras leíamos en El Mundo la entrevista en la que FJL explicaba la situación, podíamos ver en la portada de El País una foto en la que Rajoy aparece rodeado de sujetos y sujetas con el puño en alto cantando La Internacional, el himno de los cien millones muertos, probablemente la canción más siniestra que se ha compuesto nunca. Rajoy estaba ahí. El nuevo orden.

01 marzo 2009

Perder para ganar (y recuperar la decencia)

En unas horas conoceremos el resultado de las elecciones vascas y gallegas. Quien esto escribe, tradicional votante del PP, nada desearía más que el partido que lidera, valga la hipérbole, Mariano Rajoy, se pegue una buen castañazo.

Por paradójico que pueda resultar, el PP necesita perder ahora para ganar en 2012. Desde el congreso de (Bulgaria capital) Valencia, y quizá desde antes, a las pocas horas de perder las generales, el PP dejó de ser el PP para convertirse en un partido anti-PP.

Y para que el PP vuelva a ser el PP, el partido de María San Gil y de Ortega Lara, Rajoy se tiene que ir. Y en un congreso extraordinario ya veríamos que ocurre. Por de pronto, que esta noche en Génova, 13 tengan que explicar otras derrotas, que es su especialidad. Que así sea.

16 febrero 2009

Los que le llamábamos Opo

El sábado, a primera hora de la mañana, se murió Opo, el coronel Adolfo Domínguez Sancho, mi querido abuelo. Una insuficiencia renal le había ido consumiendo poco. Tenía 89 años.

En alguna ocasión me he referido a mi abuelo en estas líneas. Su fallecimiento, no por esperado menos doloroso, es el punto final de una trayectoria ejemplar de cabo a rabo, desde el primer día de su vida hasta el último. De los muertos siempre se habla bien, pues se tiende a exagerar lo positivo y a marginar lo negativo. Pero en el caso de Opo eso no es un acto más de rutina, sino de justicia. Resulta imposible encontrar a una persona que no se refiriera a mi abuelo con cariño, admiración o devoción.

Su vida estuvo marcada por su incorporación voluntaria al Alzamiento del 18 de julio de 1936. Con 17 años, después de ver como a su madre le tiraron piedras por ir a misa, decidió jugarse la vida en el frente de batalla en defensa de unos valores, que se resumen en lo que había estipulado para su ataúd: a la derecha del crucifijo, el brazalete con la bandera nacional de ex-combatientes; a la izquierda, la estrella de Alférez Provisional; abajo, la medalla de la Virgen del Pilar.

Pero más allá de ese acontecimiento, lo que convierte en ejemplar su vida, fue la manera en que se comportó con las personas que a lo largo de tanto tiempo le rodearon. Como marido, padre y abuelo, es difícil imaginar a alguien más paciente, recto, honrado y bondadoso. No se puede explicar con palabras el amor que profesaba a mi abuela Pili, su permanente fuente de inspiración, como dejó escrito. Por sus hijos se sacrificó hasta el extremo. Y a los nietos, aunque no aprendimos gran cosa, nos lo enseñó todo.

Ya estás en el cielo. Misión cumplida. Nunca te olvidaré, nunca te olvidaremos. Descansa en paz.

30 diciembre 2008

En Israel nunca es Navidad

Israel, un archipiélago de libertad en un océano de totalitarismo, una democracia rodeada de siniestras dictaduras, se ve sometido todos los días del año a los ataques de los terroristas musulmanes. En Israel todos los días es 11 de septiembre.

Hace tres años el gobierno de Ariel Sharón decidió retirar las tropas y los asentamientos israelíes de Gaza. Ya no había territorios ocupados. La respuesta de los palestinos fue aupar a Hamás, un grupo terrorista cuya finalidad principal es eliminar a los judíos de la faz de la tierra, al gobierno. Tras esa victoria electoral y una guerra civil, Hamás se hizo con el poder absoluto en Gaza y expulsó de allí a la Autoridad Nacional Palestina, legítima representante del pueblo palestino. La ANP únicamente controla Cisjordania.

A pesar de contar con un interlocutor terrorista, el gobierno de Ehud Olmert accedió a negociar una tregua de seis meses. Ni durante, ni transcurrido ese tiempo, Hamás respetó ese alto el fuego. Desde 2007 no ha dejado de lanzar misiles Kassam sobre la población civil de Israel. Y ahora Israel reacciona. No solamente es su derecho, sino su obligación. Israel tiene que invadir Gaza y liquidar el gobierno terrorista de Hamas. Le va la vida en ello.

Dice el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, que los únicos culpables de la ofensiva israelí son los dirigentes de Hamás, por haberse negado a prorrogar la tregua. Esa ofensiva de la que tanto se lamenta la muy repugnante prensa española, es excesivamente mesurada, prudente y contenida. Busca objetivos terroristas. Por supuesto que hay que lamentar víctimas civiles, pero éstas son responsabilidad de Hamás, que coloca a mujeres y a niños junto a blancos del ejército israelí.

Israel merece el apoyo de todos aquellos que creen en la libertad y en la democracia. Mientras que la única voluntad de Israel es seguir existiendo, la de los países musulmanes que lo cercan es expulsar a los judíos al mar. No hay equidistancia posible. Siempre Israel.

24 noviembre 2008

´Mardelplatazo`

Era difícil imaginar una situación más complicada. El número uno, no ya de España sino del mundo, y alma del equipo, lesionado. Eliminatoria fuera de casa, con lo que eso supone en la Copa Davis, y un público del que se sospechaba todo tipo de juego sucio. Primer punto perdido con estrépito. Toda la responsabilidad para Feliciano López y Fernando Verdasco, unos absolutos desconocidos más allá de los Pirineos, unos tenistas cuyo mayor logro era estar saliendo con María José Suárez y Ana Ivanovic, respectivamente...

Pero así es el deporte, y especialmente la Davis, donde toda sorpresa tiene su asiento. Feliciano jugó la tarde del viernes frente a Del Potro el partido de su vida. Y con Verdasco encarriló la final el sábado en el dobles. El domingo ya era un día soleado. El número uno argentino no estaba para saltar a la pista. Verdasco, tenista de calidad, se iba a jugar la Ensaladera, la gloria para el resto de sus días, ante un chollo, un tal Acasuso. Tenía que ganar porque si no, en el quinto y definitivo punto, esperaba a Feliciano el temible Nalbandian.

Y Verdasco no falló. Su postrera derecha es ya recuerdo imborrable. No podía haber fallado en el año mágico del deporte español.

22 noviembre 2008

Un osario de reconciliación

El gusto de la izquierda por la mentira y la aversión de la derecha a la verdad histórica han conseguido que buena parte de los españoles considere que el Valle de los Caídos es un monumento al totalitarismo, erigido gracias a la sangre derramada por los esclavos políticos del franquismo.

Pero nada más lejos de la realidad. En la construcción del Valle de los Caídos, que se prolongó durante quince años, trabajaron 2.643 obreros, no 20.000 presos, como se suele oír. De esos dos millares de obreros, únicamente una minoría eran presos. Y esa minoría de presos que participó en la obra, 243 penados, no lo hizo en régimen de esclavitud, pues en ningún caso acudían de manera forzosa. Además redimían seis días de condena por día trabajado y percibían siete pesetas de salario al finalizar cada jornada. Trabajar en las obras del Valle era para los presos siempre opcional y redentor.

Y evidentemente también es falso que murieran miles de presos levantando el monumento. Entre obreros libres y presos fallecieron catorce personas.

El Valle de los Caídos no es el paradigma de la represión del régimen autoritario del general Franco, como pretenden hacernos creer los ayatolás oficiosos de la historiografía patria. Por el contrario, fue levantado como simbólico enterramiento de víctimas y caídos de ambos bandos, como casa de oración para la reconciliación entre españoles. Los restos de más de 40.000 fallecidos a causa de la contienda descansan allí porque sus familiares así lo entendieron.

En 1955, el todavía cardenal Roncalli, luego papa Juan XXIII, aseguró que España es la única nación que erige un monumento a los caídos de los dos bandos.

04 noviembre 2008

¿Y si gana McCain?

Afortunadamente, EEUU no es España. La demagogia, la manipulación, el control casi total de los medios de comunicación y de la universidad, el apoyo absoluto de la intelligentsia (los titiriteros, para entendernos), no convierten a un candidato a presidente en ganador antes de votar. Aquí, tras el asesinato del antiguo concejal socialista Isaías Carrasco y la inevitable rentabilización que ejecutó con su habitual maestría el PSOE, nadie albergaba duda alguna: el domingo sólo podía ganar Zapatero.

EEUU es otra cosa. Evidentemente Barack Hussein Obama parte como favorito, al igual que en su momento Gore y Kerry. Y llegó el primer martes después del primer lunes de noviembre y saltó la sorpresa.

McCain no nos entusiasma, parece un Mariano aunque en heroico y trabajador (nunca diría que un desfile del Ejército es un... ya saben). Pero al lado de Barack Hussein Obama es Churchill.

Barack Hussein Obama representa lo más odioso de EEUU. La utilización de la raza (y eso que es mulato... en el mejor de los casos) como arma política, los coqueteos con la izquierda más extrema (reverendo Jeremiah Wright), la complacencia con el terrorismo islámico (foto con el integrante de la OLP Rashid Khalidi), convierten a Barack Hussein Obama en el peor candidato de la historia estadounidense.

Y quizá hay algo todavía peor. Barack Hussein Obama es el hombre de Manuel Fraga Iribarne (Obama Iribarne también llamado), de Jorge Moragas, de Gallardón y de demás patulea despreciable. ¡Qué Dios salve a América!

02 noviembre 2008

Mejor callada, Majestad

Majestad, como esposa del Rey de España ha cumplido impecablemente durante estos casi treinta años de Monarquía parlamentaria con su único deber: estar callada. Por su silencio, era la persona mejor valorada de la Familia Real.

Majestad, los ciudadanos españoles le pagamos el sueldo para que nos represente y simbolice la unidad de la Nación. Sus opiniones no nos interesan. Es más, no debe expresarlas bajo ningún concepto. La existencia de la Corona sólo tiene sentido si se acepta que unas personas gozan de unos determinados privilegios siempre que asuman que deben renunciar a una serie de derechos. Al derecho a la libertad de expresión, por ejemplo.

Majestad, en ningún caso debería haber abierto la boca, pero menos aún para confesarse con Pilar Urbano, una periodista partidaria de dialogar y de negociar con ETA y hagiógrafa de un sujeto tan guerracivilista como Garzón.

Majestad, en ningún caso debería haber abierto la boca, pero menos aún para decir gansadas del tipo:

"Por muy horribles y asesinos que fuesen los atentados terroristas del 11-S, no justificaban lo que vino después: Afganistán, Irak... Han creado un infierno sin salida. Me pareció muy bien que Bush fuese a la zona cero a dar las gracias y a animar a los bomberos y voluntarios... Y se puede entender que les prometa que hará justicia. Pero ¿meter a todo su país y a un montón de países aliados en unas guerras de venganza y destrucción? ¡No puedo entenderlo! ¿Quién le asesoraría para tomar tales decisiones? Dicen que 'los halcones', como si con eso ya estuviese dicho todo...".

"Lo admirable de Ingrid Betancourt [persona favorable a pactar con ETA y que se niega a llamar terroristas a las FARC] en su terrible cautiverio es que ha salido transfigurada, límpida, con la inocencia recuperada... llena de amor y sin odio".

"Alfonso Guerra
[el que presumía de haber asesinado a Montesquieu] es un político muy valioso, inteligente, sensato. Y, antes que hombre de partido, es hombre de Estado. Mira que se dijeron cosas de él... Sin embargo, es una persona íntegra, honrada. Tendría que estar más presente en la vida política. Es una pena que los partidos jubilen enseguida a los mayores porque desperdician la experiencia. Es lo mismo que hicieron con Felipe González [Míster X]. Y con tantos de UCD y PSOE".

"Zapatero
[España, concepto discutido y discutible; Estatuto de Cataluña] es un presidente joven, muy volcado en su tarea, nada superficial ni engreído. Tanto él como Sonsoles, su mujer, tienen un saber estar muy agradable. Es una pareja muy familiar: desayunan, comen y cenan en casa juntos siempre que pueden. Ella no es la típica 'mujer de'; es cantante profesional, no es una aficionada, y asiste a sus ensayos, sus conciertos, sus óperas...".

"¿Por qué no abres un poquito. un poquito, sólo un poquito...?"
[compadreando con Fidel Castro].

Majestad, aunque no podemos estar más de acuerdo con sus opiniones acerca de la prevalencia de la ley natural sobre la ley civil, el "matrimanio" gay, el aborto, la eutanasia, la enseñanza de la religión... la próxima vez, mejor callada.

26 octubre 2008

Los antifranquistas no luchaban por la democracia

Escucho en no me acuerdo que programa progre, son tantos, de no recuerdo que cadena progre, son todas, a una tal Esther Palomera, que trabaja en La Razón y colabora en La Linterna, quejarse de la demolición de la cárcel de Carabanchel. Según esta periodista progre, esa construcción, o al menos una parte de ella, debería permanecer en pie para no olvidar a los represaliados por el franquismo, que en su opinión, luchaban por la libertad y la democracia.

Pues no. Hay que decirle a esta señora, de muy buena presencia, dicho sea de paso, que en su inmensa mayoría, si no en su totalidad, los antifranquistas pertenecían al PCE o a la ETA, es decir, eran comunistas o terroristas.

En ambos casos luchaban contra la dictadura franquista pero no para traer una democracia liberal sino para implantar un régimen totalitario. Los comunistas de aquel entonces admiraban dictaduras como la Cuba de Fidel Castro, la RDA de Honecker, la Rumanía de Ceaucescu o la Corea del Norte de Kim Il Sung. Y, por supuesto, dependían de Moscú. Vamos, que lo que anhelaban los comunistas españoles era una dictadura más completa y férrea que la de Franco.

Y los terroristas de ETA, los otros antifranquistas, asesinaban, y todavía asesinan, con el objetivo de imponer una dictadura marxista-leninista de corte etnicista, Lenin y Sabino Arana en un solo paquete.

Nada de libertad, nada de democracia. Lo que perseguían los antifranquistas, el objetivo por el cual llegaban a arriesgar su vida, era la dictadura. Una terrible y cruel dictadura.

21 octubre 2008

Por qué yo también dejé de ser de izquierdas

Se acaba de publicar un ensayo, Por qué dejé de ser de izquierdas, en el que doce intelectuales explican los motivos por los que abandonaron la izquierda. Ciudadela, la editorial del libro, ha creado un espacio en su web en el que todo aquél que lo desee puede contar su propia experiencia al respecto. Ahí va la mía.

Entre mis numerosos pecados se encuentra haber sido de izquierdas. Mi padre ha sido, y lo sigue siendo, un socialista de estricta observancia. Con esto quiero decir que es un votante del PSOE de los fijos, de los que jamás se plantean nada el día de reflexión. Y un afiliado a la UGT. No sé si su socialismo va más allá. En cualquier caso nunca le he escuchado condenar la dictadura de Fidel Castro o los crímenes de la URSS. Pero seguro que ese tipo de regímenes le repugnan. Siempre ha presumido de ser un demócrata de toda la vida.

Con apenas cinco años de edad ya me llevó al entierro de Enrique Tierno Galván. Y con eso de que los niños hacen lo que ven en casa, mis primeras imágenes políticas los asocio a la simpatía que me producía Felipe González cuando lo veía en la televisión. Era uno de los nuestros. Recuerdo que para los debates entre Aznar y él previos a las elecciones de 1993, que vi con mis padres y mis hermanos mientras cenábamos, elaboré una pequeña pancarta en apoyo del PSOE y contra el líder del PP. Un año antes de aquello, con motivo de la huelga general, fui con mi padre a la manifestación que montaron los sindicatos. Todos esos episodios, y muchos más que ya he olvidado, se aderezaban con las canciones de Víctor Manuel, Serrat y tutti cuanti, que, a fuerza de repetidas, me acabaron entusiasmando.

Pero poco a poco me fui desenganchando. Creo que fui de izquierdas hasta los doce o trece años. Desde muy pequeño pasaba la noche de los viernes en casa de mis abuelos paternos. Mi abuelo es un militar que participó en la guerra civil en el bando nacional. Por tanto, conoció de primera mano como se las gastaba el otro bando, el del Frente Popular. El relato que me hacía del funcionamiento de las checas es uno de los recuerdos más escalofriantes de mi niñez. Y mi abuela permaneció en Madrid durante toda la guerra, con lo que padeció el régimen de terror que implantó el Frente Popular. La cantidad de desmanes y crímenes que me ha contado de ese periodo desbordan el objeto de esta reflexión.

De las conversaciones con mis abuelos aprendí que el comunismo es un horror. Y por eso yo nunca he sido comunista. Pero la razón por la que empecé a dejar de ser de izquierdas, la razón por la que comencé a alejarme de los postulados que en mi casa se daban por obvios, hay que buscarla en los nacionalismos.

Yo podía ser de izquierdas, considerar que la izquierda se preocupa por los más desfavorecidos y que busca el progreso, creer que la cultura es algo que pertenece a la izquierda y que por ser de izquierdas uno es mejor persona. Pero lo que no entendía era que los nacionalistas vascos y catalanes, que pretendían la independencia de unas partes de España que yo consideraba propias, recibieran siempre la comprensión de la izquierda. No entendía que las personas de izquierdas se sintieran más a gusto con una ikurriña o con una senyera que con una bandera de España, que en la mayoría de los casos despreciaban abiertamente.

Por ese odio a España que la izquierda, sin apenas excepciones, exudaba, dejé la ideología que casi desde la cuna se me había inculcado. Fue un proceso natural, nada traumático. Con el paso de los años me hice liberal, que es la doctrina política que más perturba a la izquierda. Pero antes de eso me fui dando cuenta de que todo en los izquierdistas es impostura, que defienden para los demás lo que no quieren para ellos (la escuela o la sanidad pública son sólo dos ejemplos), que se les llena la boca de democracia mientras apoyan todo tipo de dictaduras, que presumen de mentalidad abierta a la vez que se comportan de manera despótica con las personas que les rodean...

A estas alturas de mi vida no tengo muchas razones por las que sentirme orgulloso. Pero una de ellas, y sin duda de las más importantes, es haber dejado de ser de izquierdas.

13 octubre 2008

El coñazo de un hombre de provincias

-¿Cómo se las arregla para mantener esa imagen de bonhomía, campechanía y tranquilidad, después de haber navegado por las turbulentas aguas de las que acaba de salir, por el momento, indemne? ¿Es usted un lobo con piel de cordero?

–No. Todo eso se hace siendo un tipo decente y de provincias, que es lo que soy –
dice, mientras aspira el humo del puro que se está fumando–. Ésa es la clave en la vida: ser decente y de provincias.

Así respondía hace unas semanas Mariano Rajoy a la periodista del Magazine de El Mundo.

Ser de provincias. Ojo al conceto. A la altura de otro ilustrísimo gallego. ¿Qué significará ser de provincias? ¿Abrir la puerta de su partido a los liberales y a los conservadores? ¿Defenestrar a María San Gil? ¿Dejarse torear por sus compañeros de la provincia navarra? ¿Convertirse en el protegido de Prisa al igual que Zapatero lo es de Mediapro? ¿Refundar el Partido Popular para transformarlo en el Partido P'ayudar... a Zapatero? ¿O tal vez ser de provincias supone decir que el desfile de las FFAA es un coñazo?



¡Cómo estará el PP para que hasta Leire Pajín, sí, Leire Pajín, han leído bien, le tenga que dar lecciones de amor a los tres ejércitos!

Pero hubo un tiempo en que Rajoy -coñazo y plan apasionante- era bueno. Así nos engañaba a todos hace un año...



Desde que perdió las elecciones, Mariano Rajoy no ha dejado de estafar a los que le votamos. Se ha revelado como lo que sospechábamos que era antes de que Aznar lo nombrara sucesor, un tío sin principios. Podría estar en el ala vegetariana del PSOE.

11 octubre 2008

Morfina Roja

La próxima semana se podrá comprar Morfina Roja, el libro de Cristina Losada que aborda todo lo relacionado con Luis Montes, el doctor Muerte, el anestesista del Hospital Severo Ochoa de Leganés que practicó durante cinco años sedaciones irregulares, el líder de Sendero Luminoso, ese grupo de médicos que mató, sin consentimiento del enfermo ni de sus familiares, a decenas de personas.

Hace unos meses elaboramos el siguiente vídeo...



El grado de delirio al que ha llegado la sociedad española es casi indescriptible. Mientras que un liberal cuelga en su habitación el póster de un filósofo como Hayek, un católico el de la Madre Teresa, un votante del PP el de María San Gil, un madridista el de Raúl, una adolescente el de El Duque... no resultaría extraño que un socialista, un votante del partido que con puño de hierro domina desde hace treinta años la vida pública de este país, tuviera en su cuarto una foto del doctor Montes, el matarife repugnante, el homicida sin escrúpulos, el matasanos siniestro.

Es que es así, a los socialistas les gusta Montes. El doctor Muerte.

01 octubre 2008

Socialismo

Los enemigos de la libertad, desde la extrema izquierda a la derecha más rancia, pasando por los centristas subprime, se extasían, ja, ja, nos amonestan desde sus omnipresentes cátedras, el liberalismo está llegando a su fin.

Pero la alternativa al liberalismo es el socialismo, es decir, el gulag y la checa. El socialismo ya está inventado. Ningún sistema político en la historia de la humanidad ha provocado tantos muertos, más de cien millones, y ha traído tanta miseria. De los socialistas se decía que se preocupaban tanto por los pobres que los creaban por millones.

Sólo dos ejemplos deberían bastar para que la funesta idea de Marx fuera proscrita del espacio público: el Muro de Berlín y los balseros del Caribe. El muro de la Vergüenza goza del dudoso privilegio de ser la primera y única barrera que el hombre ha construido no para evitar que los de fuera entren sino para impedir que los de dentro huyan. Los balseros del Caribe, al contrario de lo que muchos creen, no son ciudadanos estadounidenses que arriesgan su vida para escapar de la miseria de su país con la esperanza de alcanzar la paradisiaca dictadura cubana. Es al revés.

Nada más socialista que ese Muro y que esos pobres balseros que se fugan de la ergástula castrista en busca de libertad y prosperidad. Pues bien, frente a todo tipo de evidencias, se insiste, desde todos los ámbitos, sin casi excepciones, en denostar el liberalismo (neoliberalismo, ultraliberalismo o liberalismo salvaje, lo llaman) y en propugnar el socialismo, socializar las pérdidas, ya saben.

La famosa crisis que nos azota no es la crisis del liberalismo. Desde que Ronald Reagan dejó la presidencia de EEUU en 1988, es difícil imaginar a unos inquilinos de la Casa Blanca más antiliberales en materia económica. Bush padre, Clinton y Bush hijo han sido el paradigma de la intervención, del control, de la regulación y de la protección arancelaria. Al lado de ellos, hasta un Perico Solbes podría pasar por un ortodoxo de la escuela austríaca.

Ahora, no más que nunca, sino como siempre, quien está en crisis es el socialismo.

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