Contamíname, mézclate conmigo
Conviene recapitular y no dejarse arrastrar por este piélago de pelanas, por esta patulea de islamistas de tercera división, por esta colección de chorizos y traficantes de pacotilla, casi todos ellos confidentes de la policía, de la guardia civil o de los servicios secretos españoles.
En los trenes del 11-M se halló dinitrotolueno. La Goma 2 ECO no contiene dinitrotolueno. Ergo, si Aristóteles no falla, el explosivo utilizado en el atentado no fue Goma 2 ECO. Ergo, si los imputados lo son por estar relacionados con este explosivo, son inocentes.
El País y el diario inane, El Paisillo, el antiguo ABC, vaya, defienden la teoría de la contaminación. A saber, la Goma 2 ECO procedente de Asturias se contaminó durante su proceso de fabricación en la Unión Española de Explosivos con dinitrotolueno. ¡Estos tíos se creen que un laboratorio de explosivos es un garaje o un taller, lugares en los que todo se acaba pringando de grasa! Un laboratorio de explosivos es lo más parecido que hay a un quirófano, brilla la pulcritud.
Pero lo que desmonta la teoría de la contaminación es que un explosivo no puede estar a la vez contaminado y no contaminado. Según el último informe pericial, en unas muestras de la Goma 2 ECO que supuestamente explosionó en los trenes y que se encontraron en otros escenarios (piso de Leganés y vías del AVE en Mocejón) aparece dinitrotolueno y en cambio, en otras, las que custodió la Audiencia Nacional y la guardia civil, no. Curiosamente las muestras en las que se ha encontrado dinitrotolueno son las que ha custodiado el ex jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, al que se le puede aplicar la cita evangélica: para él nada es imposible. La Goma 2 ECO, tras pasar por sus manos, se puede convertir en un nuevo explosivo: Goma 2 ECO con dinitrotolueno. David Copperfield a su lado es un vulgar trilero.
Llevamos dos semanas de juicio oral y de momento estamos asistiendo a una farsa. Se está discutiendo un asunto que nada tiene que ver con lo que explosionó el 11-M. Los pelanas de Lavapiés, los islamistas que condenan a Al-Qaeda, los confidentes policiales, los personajes de la trama asturiana... son cortinas de humo, tapaderas, coartadas para apuntalar la versión oficial., actores que representan su papel. Se trata de liarlo todo, que nadie se entere de nada y así echar la culpa, en última instancia, a los "suicidados" de Leganés.
Ya llegará el momento en que nos tengan que explicar por qué se han falsificado las cuatro pruebas (mochila de Vallecas, furgoneta de Alcalá, Skoda Fabia y piso de Leganés) en las que se basa la versión oficial. Y sobre todo, ¿qué pasa con el dinitrotolueno que aparece en los restos de las explosiones de los trenes?
Gómez Bermúdez, en ti confiamos.