08 junio 2009

Ni se muere padre ni cenamos

El peor de los escenarios posibles. Ni Rajoy se llevó un palo que le hubiera obligado a largarse de Génova, 13 y a convocar un congreso extraordinario; ni consiguió una victoria aplastante que hubiera permitido pensar en la posibilidad de un cambio de gobierno en 2012.

Rajoy llegará a las generales, así lo han querido los votantes del PP. Y volverá a perder, por supuesto, ante un Zapatero que de nuevo echará mano de la extrema izquierda y de los nacionalistas. Un drama. El PP rajoyesco es un partido sin ilusión, sin esperanza, anodino, acomplejado, sumiso y perdedor. Con cuatro millones de parados, con una crisis social brutal, en una situación en la que toda la izquierda europea se ha pegado una buena, apenas le ha sacado dos diputados al PSOE, apenas ha subido el porcentaje de votos respecto a las anteriores elecciones al Parlamento europeo. Un desastre. A nada que la economía mundial se empiece a recuperar de aquí a dos años y el Gobierno maquille un poco las cifras del desempleo, ¿quién pone en duda la tercera victoria de Zapatero? Ganará sin bajarse del autobús.

En cualquier caso conviene no olvidar que, a pesar de que Rajoy se atribuya la victoria, la persona que ayer triunfó, entre comillas, se llama Jaime Mayor Oreja, un viejo pretoriano de Aznar que defiende cosas, tan extrañas a la actual dirección del PP, como la unidad de España, la libertad lingüística, la obligación de combatir políticamente al nacionalismo y la necesidad de oponerse a la nueva ley del aborto. De hecho, el PSOE ninguneó durante la campaña a Rajoy y se centró en atacar a Aznar, que, al parecer, se presentaba a través de Mayor Oreja.

Desde estas líneas seguiremos insistiendo en lo fundamental: el peor enemigo del PP es Rajoy. Nunca ganará a Zapatero unas generales, y si lo hiciera, suceso harto improbable, de poco serviría. Casi nada iba a cambiar. Malos tiempos para la política.

07 junio 2009

Votaré al partido de Rosa Díez

Desde las generales de 2000, pasando por las municipales y autonómicas de 2003, las generales de 2004, las europeas de 2005, las municipales de 2007 y las generales de 2008, siempre he votado al PP. Ahora el cuerpo me pide abstenerme, pero creo que hoy se nos presenta una buena ocasión de hacer algo por España: votaré a UPyD, a las listas que encabeza Sosa Wagner, el que fuera profesor de Administrativo de Zapatero.

No es que la formación patrocinada en lo intelectual por Fernando Savater me entusiasme, pero considero que votar a UPyD es la mejor manera de hacer daño al PP. Y ahora se trata de hacer daño al PP, el partido que ha renunciado a ser alternativa al socialismo para convertirse en estático heredero del régimen de ZP; el partido que con tal de no hacer ruido prefiere confundirse con el paisaje antes que defender unos principios que pudieran ofender a la progresía; el partido que lo fía todo a la economía, lo único importante, como si de marxistas se tratara; el partido político apolítico, no se meta usted en política, no dé la batalla de las ideas, no vaya a ser que le tachen de neoliberal, de conspiranoico y/o de pertenecer a la derecha extrema.

Peor que el gobierno de Zapatero es la no oposición de Rajoy. España puede sobrevivir a un gobierno maligno e incompetente, pero difícilmente subsistirá a una oposición que no aparece como algo distinto que va a cambiarlo todo. Antes que echar al actual inquilino de La Moncloa se nos presenta una cuestión de previo pronunciamiento: expulsar a Rajoy de Génova para que los españoles, de cara a las próximas elecciones generales, puedan elegir entre dos partidos distintos, no como ahora. ¿Es acaso el PP actual una alternativa respecto al 11-M, a la cuestión de los derechos de libertad lingüística o al nuevo modelo sociedad en el que el nasciturus no es un ser humano o en el que abortar equivale a ponerse tetas?

Termino con una frase lapidaria de Fernando Sánchez Dragó: "Votar a Rosa es hacerlo por el bien del PP, porque ese partido necesita librarse de Rajoy, convocar primarias entre sus militantes y dar paso a la esperanza que Esperanza representa".

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