Un retirado que debuta todos los días

Ayer, entre la indiferencia general, Pep Guardiola anunció su retirada. En realidad, el mejor medio centro de la historia del fútbol español, el medio centro por antonomasia, se retiró en abril de 2001 cuando decidió marcharse del Barcelona.

Decía Oriol Tort, su descubridor, que ya de niño, cuando sus compañeros se peleaban por tener el balón para no soltarlo nunca, por intentar mil y un regates, Guardiola apuntaba maneras de jugador diferente, soltaba rápido la pelota, la jugaba siempre al primer toque, con gran velocidad. Sólo esa forma de jugar le permitía, dada su extrema debilidad física, sobrevivir rodeado de rivales corpulentos.

La historia de Guardiola es la de la lucha permanente contra las ideas preconcebidas. Le dijeron que era demasiado lento y flaco para jugar al fútbol. Pero llegó al primer equipo del Barcelona. Le dijeron que su fútbol estaba pasado de moda. Pero ganó toda clase de títulos. Le dijeron que no era la pieza más importante de su equipo. Pero se convirtió en el primer medio centro al que le han dedicado marcajes individuales, a pesar de que se movía a 50 o 60 metros del área rival.

Guardiola lideró, con su fútbol de tiralíneas, el Dream Team que ideó Cruyff. Fue el símbolo de aquel equipo legendario, el mejor exponente de sus virtudes y sus defectos. Nadie explicó mejor que él aquella manera de entender el fútbol:

"Para jugar al fútbol se necesita sobre todo una idea, un concepto, un estilo, y un grupo de jugadores que sintonicen con ella. Yo no conozco otra manera de jugar: el campo abierto, con dos extremos-extremos pegados a las bandas; llenar la divisoria para dar profundidad, a cambio de renunciar a un defensa, y darle aire y velocidad a la pelota. Del rival sólo debemos saber si juega con uno o dos delanteros, y asignarles uno o dos marcadores y un tercer hombre que cierre, y los demás a llenar la cancha, a tocar, a tener la pelota. Es aquello de los tres defensas, cuatro medios y tres delanteros. Puede que sea una idea romántica del juego, pero a los futbolistas nos mueve el amor al fútbol, el gusto por el balón. Me seduce la idea de jugar de una forma como no juega ningún otro equipo de España. Es un signo de distinción, una manera diferente de vivir el fútbol, un estilo de vida, una cultura".

Pero esas convicciones de Guardiola (mejor a un toque que a dos, pasar y no conducir, no regatear salvo extrema necesidad, descargar el juego a los lugares desprotegidos por la defensa contraria...), mientras sigan apareciendo xabis alonsos o gagos, no morirán con su retirada.

Gracias Pep.