El futuro del baloncesto europeo

El próximo 28 de junio se celebrará el draft de la NBA. Probablemente Sergio Rodríguez, Garbajosa y Navarro dejen España para irse a la mejor liga del mundo. Rudy se marchará el año que viene. El mismo camino emprenderá Fran Vázquez si algún día explota su talento. Ya están allí Gasol y Calderón. Jasikevicius, Macijauskas, Nocioni, Oberto, Varejao... también han ido abandonando nuestro baloncesto para recalar en la NBA. En Italia, Francia, Grecia, Serbia, Croacia, Rusia... asisten igualmente impotentes a la fuga de talentos.

¿Tiene algún sentido el baloncesto en Europa? ¿Pueden identificarse los aficionados con equipos que son incapaces de retener a un sólo jugador que destaque mínimamente?

La única solución pasa por crear una tercera conferencia de la NBA, la European Conference. A un viejo seguidor del baloncesto como el que escribe estas líneas, que ha disfrutado viendo en competiciones europeas a Petrovic y a Sabonis, a Kukoc y a Epi, a Djordjevic y a Jasikevicius, a Gasol y a Ginobili, a Bodiroga y a Navarro, a la Cibona y al Zalguiris, a la Jugoplastika y al Barcelona, al Virtus de Bolonia y al Maccabi, al Estudiantes y al Madrid, no le hace mucha gracia esta idea, pero no hay otra alternativa. Si no puedes con tu enemigo, únete a él.