Recordad a Ortega Lara

Hoy es un día para acordarse del casi millar de asesinados por ETA, de sus familiares, de los huérfanos, de las viudas que han quedado, del atentado de Hipercor, del de Vic, del de la plaza de la República Argentina, tal vez del 11 M, de los años de plomo, de los féretros sacados por la puerta de atrás de las iglesias, del algo habrá hecho, del asesinato de Miguel Ángel Blanco, del de Fernando Buesa, de los cientos de miles de personas que han tenido que huir del País Vasco por las amenazas de muerte...

Quizá el crimen más impactante de todos haya sido el secuestro de Ortega Lara. 532 días encerrado en un zulo de 3 metros de largo y 2,5 de ancho, en el que sólo podía dar tres pasos. Durante esos largos días y noches únicamente dispuso de una hamaca y de un orinal, en el que hacía sus necesidades y recibía agua. La luz le llegaba por una pequeña bombilla. Le alimentaron a base de fruta y verduras.

Mientras Irene Villa, la de las piernas ortopédicas, se ha ido llorando esta noche a la cama, los txapotes, los que hace unos días decían que seguirán matando hasta la consecución de una Euskalherría libre, han felicitado a Zapatero, un hombre de paz.

Imaginad por un momento que unos terroristas nazis tuvieran el objetivo de lograr la autodeterminación, pongamos por caso, de La Rioja, para implantar allí una dictadura nacionalsocialista. Para conseguir su fin asesinan, extorsionan y expulsan de La Rioja a todo aquél que se opone a sus planteamientos. Todos estos miserables que son partidarios de conceder a ETA la autodeterminación del País Vasco, ¿también claudicarían ante los nazis?

ETA ha matado durante tantos años para que llegara un día como el de ayer. ETA ha matado para que el presidente de los españoles dijera que "el gobierno respetará las decisiones que tomen los ciudadanos vascos".

Miserables de España, recordad a Ortega Lara.