La gran estafa de ZP...

Carlos Dávila e Isabel Durán han escrito La Gran Revancha, un libro acerca de la memoria histórica y que aclara el mito del abuelo de ZP.

Normalmente, en la izquierda, lo que no es mentira es farsa. Un ejemplo de ello es la historia del capitán Lozano, que ha sido presentado por su nieto como el hombre del "muero inocente y perdono, mi credo fue siempre un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes".

Pues ni inocente, ni ansia infinita de paz, ni amor al bien, ni nada que se le parezca. Resulta que el abuelo de ZP era un agente doble de obediencia masónica. Así se explica que tras sofocar, a las órdenes de Franco, la Revolución de Asturias de 1934, fuera expedientado y apartado de la carrera militar unos meses después. O su decisión de trasladarse a la zona nacional y de renunciar a incorporarse al frente a pesar de que el 18 de julio él se encontraba en una zona que controlaba el Frente Popular.

Era un agente doble que utilizaba el ejército para servir a la masonería. Los autores del libro han encontrado el expediente que le abrió el ejército de la República por ofrecerse en secreto a escribir y pasar información a Julián Zugazagoitia, político del PSOE y director de El Socialista.

En la invención del personaje, ZP llega al extremo de levantar un monolito en homenaje a su abuelo por su participación en una batalla en la que nunca estuvo. Ya hemos dicho que lo primero que hizo al estallar la guerra fue trasladarse a la zona nacional.

¿Pero por qué es importante todo esto? Porque ZP ha organizado una campaña guerracivilista con la excusa del fusilamiento de su abuelo por los nacionales. Su atroz sectarismo le ha llevado a decir a la madre de Irene Villa que entiende su situación porque también mataron a su abuelo. Equipara el atentado de una banda terrorista a una niña con la muerte de un agente doble en una guerra.