Libertad Digital, la extrema derecha y el KKK

Ayer en el Ciberpaís, que es a la informática lo que Bobelia a la cultura, se podía leer: "Mientras que en otras culturas Internet ha generado medios de comunicación alternativos, en España el gran filón, la gran novedad, la gran tribu vertebrada, es la extrema derecha. Me voy a Libertad Digital. Un producto informático único en el mundo. Si exceptuamos que el KKK tenga uno parecido. Busco en Google. No, no lo tiene".

Quizá para los amanuenses de Polanco acusar a alguien de pertenecer a la extrema derecha o al KKK no sea un insulto. Claro, Cebrián, que de niño se pasaba los veranos en las rodillas de Jaime Campmany, fue subdirector de la revista franquista Informaciones y jefe de informativos de TVE en tiempos de Arias Navarro, carnicerito de Málaga. Claro, Polanco se enriqueció vendiendo libros de texto en las dictaduras de Franco y Pinochet (durante años se prohibió a los columnistas de Prisa criticar al general chileno). Claro, los socios del PRISOE son partidos nacionalistas, xenófobos y racistas.

Estos tíos no saben nada. Ni saben lo que es la extrema derecha (odio a Estados Unidos, odio a Israel, odio a la globalización, odio a la economía de mercado, alianza con el islamismo... ¿a qué nos suena esto?), ni lo que es el liberalismo. Eso sí, les mola Fidel Castro y todo aquél que no comparte su punto de vista es de extrema derecha, fascista o del KKK.

Pero viniendo de donde vienen, no hay que considerar insultos esas descalificaciones. La extrema derecha son ellos.