Lamela dimisión
Si se confirma que el matasanos (llamar médico a este propagandista del totalitarismo parece excesivo) José Luis García Sabrido, jefe de cirugía del Hospital Gregorio Marañón, acudió el pasado sábado a La Habana a intentar sanar a Fidel Castro con medios e instrumentos técnicos de todos los madrileños o si se comprueba que la Comunidad de Madrid lleva suministrando desde el mes de julio medicamentos al gobierno criminal de Cuba, el Consejero de Sanidad Manuel Lamela tiene que dimitir.
Tendría gracia (maldita la gracia) que cubanos que han huido de la ergástula castrista y se han instalado en Madrid sufraguen con sus impuestos la recuperación médica del Monstruo de Birán o fortalezcan al régimen comunista, porque no hay que olvidar que los medicamentos que llegan a Cuba se los queda la nomenclatura, la mayoría de los cubanos no puede acceder a ellos.
Insistimos, si un solo céntimo de euro de nuestros impuestos ha ido a parar a Fidel Castro o a su abominable dictadura, el señor Lamela no puede seguir ni un minuto más al frente de la sanidad madrileña.
5 Comments:
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Qué pena, no? ¿Tú para qué escribes?
Hala! ya tienes un comment, no hace falta que me des las gracias.
jeje.
Pues aqui va otro, a la vez que un consejo.
No te calientes tanto a la hora de escribir y de insultar a brillantes profesionales de la Medicina, porque esa calentura ademas de hacerte decir majaderías, te lleva a escribir lindezas como "cirujía".
Y siguiendo tu razonamiento, que diriamos del "equipo medico habitual" que atendió-torturó a Franco en su larga agonía?
Perdón por la errata. No revisamos debidamente el post y se nos coló un horrible "cirujía".
Esperemos que no vuelva a ocurrir. Por suerte no somos víctimas de la LOGSE.
¿Qué pensaríamos de un funcionario del Hospital Gregorio Marañón si se hubiera ido a Santiago con material médico que pagamos todos los madrileños a operar a Pinochet?
¿Qué hubiese pasado si la Consejería de Sanidad de la CAM hubiera mandado durante meses medicamentos al Chile de Pinochet a través de la Embajada chilena? Quizá este ejemplo no sea muy adecuado porque Chile era un país rico que no necesitaba recibir alimentos del extranjero. Cuba sí.
En Cuba las farmacias carecen de la mayoría de medicamentos, en los hospitales no hay gasas, vendas, material esterilizador... Eso sí, la nomenclatura, el Partido, no pasa esas penurias y tiene acceso a privilegios como farmacias y hospitales especiales
vedados al resto de la población. Los medicamentos que manda la Consejería de Sanidad van a los miembros del régimen, no a los cubanos necesitados, que son casi todos.
Únicamente la entrega en mano (por medio de Cáritas, de los turistas, de alguna ONG decente...) garantiza que los medicamentos lleguen a las víctimas y no a los verdugos. ¡Nunca por la Embajada cubana!
Manuel Lamela sólo tiene dos opciones: asegurar a los contribuyentes que ni un solo céntimo de euro de sus impuestos ha ayudado a fortalecer la dictadura de Castro o dimitir.
¡¡ANONIMOS DEMAGOGOS!!
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