A todo traidor le llega su San Mauro
Hay días que justifican años de sinsabores, de decepciones y de frustración. Hay decisiones que compensan meses de centrismo, de pasar de perfil y de no mojarse ni debajo de la ducha.
El puñetazo que Rajoy dio ayer, día de San Mauro, sobre la mesa, al no incluir a Gallardón en las listas del PP para las próximas elecciones, es el hecho más trascendental para la derecha española desde la mayoría absoluta de Aznar en 2000. Desde entonces, no se recordaba una jornada tan jubilosa como la de hoy.
Oigan, cómo ha reaccionado la izquierda. Está indignadísima con el arrinconamiento de Gallardón. La mejor prueba del inmenso acierto de don Mariano.
Gran don Mariano. Es justo reconocerlo. Le ha echado un par, sí señor. Ni siquiera se ha agarrado a la coartada de que los alcaldes no pueden ir en las listas, pues Teófila Martínez, Juan Carlos Aparicio o Gabino de Lorenzo sí van a ir. Gallardón no va y punto.
Mención especial merece Esperanza Aguirre, en el que probablemente ha sido el mejor servicio que ha rendido a su partido. Sin su empeño por mantener alejado a Gallardón de la carrera de San Jerónimo, probablemente Rajoy nunca se habría atrevido a dar este paso.
Vayan desde estas líneas nuestro homenaje a Gallardón, el hombre que pretendía liquidar al PP. Ya es, afortunadamente, un cadáver político:
Dan ganas de afiliarse al PP. Sin Piqué, sin Matas (el que colocó a María de la Pau Janer), sin Gallardón...
posted by José Augusto Domínguez @ 23:55
9 comments
9 Comments:
Menos mal que hay alguna alegría.
Y a todo cerdo su San Martín. :)
Las cosas no son tan claras como te parecen a ti. En el actual PP convive un conglomerado de ideologías, desde los antiguos votantes de Blas Piñar, la derecha ultramontana y cavernicola, hasta los herederos de la extinta UCD del añorado Suarez, a los que los primeros hubieran querido ver colgado, pasando por la derecha mas o menos homologable de la AP de D.Manuel Fraga.
Despues de un mesecito de husmear por aqui, se ve que todavia hay mucho representante del primer grupo, aunque no te quepa la menor duda que esa decision "tan valiente" de Rajoy, tomada a ultima hora y empujado eso sí por los cojones de la trepa de Espe, tendrá un coste electoral, como ya anunciaron los dirigentes vascos y el mismo Fraga.
Pero es que es de sentido comun: si se margina todo lo que huela a centrismo, que van a hacer los votantes de ese ala?
De todas formas, a mi plin!, que duermo en pikolin!
Pero Rigodeau, pero Rigodeau, mírese las cifras. Aguirre, 38'3%, Gallardón, 36'5%.
¿Dónde está el centrismo? 38'5%, 36'5%, toma centrismo.
Repito, 38'3% (Aguirre, en el municipio de Madrid), 36'5% (Gallardón, en el mismo municipio, el mismo día).
38'3%, 36'5; 38'3, 36'5; treinta y ocho coma tres, treinta y seis coma cinco...
No sé si lo he dicho, Aguirre: 38'3%, Gallardón: 36'5%.
Documentate y no te rayes, que das la impresion de estar un poco "colocao".
Mira, como veo en otro brillante articulillo tuyo que los "tantos por ciento" no son tu fuerte, hablaremos en cifras absolutas, que asi es mas facil que lo entiendas.
En las elecciones locales del 2007 el PP obtuvo en el municipio de Madrid 877.544 votos, mientras que en las elecciones a la Asamblea Legislativa obtuvo 865.134 votos.
Esto quiere decir, para que lo entiendas, que en el escenario comun del municipio de Madrid, mas de 12.000 votantes "peperos" votaron a Alberto y pasaron de Espe.
Ahora si eres tan amable, me puedes explicar quien pierde votos?
Por si dudas de las cifras te digo hasta la fuente, que no es nada sospechosa:
http://www.madrid.org/iestadis/fijas/estructu/general/otros/eleccionescm.htm
Rigodeau, pierde votos la persona que obtiene un porcentaje menor, o sea, Gallardón.
Tu argumento de los votos totales, obviando el censo, hasta para Pepiño resultaría algo tosco...
Saludos.
Obviando esa definicion tan peculiar del "pierdevotos", te transcribo literalmente un párrafo de un periodico del 29 de mayo, a ver si dejas de mentir de una vez.
"Una de las claves de las últimas elecciones eran las primarias entre Aguirre y Gallardón. Se trataba de dilucidar cuál de los dos obtenía más votos en la capital. La misma noche electoral el dato salió a la luz muy pronto: Gallardón había sacado a su colega una diferencia de 12.000 votos en la capital. Además, mientras él lograba el 55,54% del total de votos, ella obtuvo en la ciudad de Madrid una representación del 55,13%. Un empate técnico que favorecía al alcalde."
Si consigues convencerme de que un candidato que consigue 877.544 sobre 1.585.402 votantes, es un candidato odiado por sus electores, me quito el sombrero y hasta te votaría a ti si te presentaras.
Yo creo que "fanatismo" se llama esa figura.
Rigodeau, me va a hacer repetir argumentos, pero en fin:
1) Ganar con el PP en Madrid no tiene mérito. Si el PP pusiera a José Luis Moreno o a Buenafuente como candidatos, también ganaría. Álvarez del Manzano, tres mayorías absolutas seguidas.
2) Para un mismo ayuntamiento, el censo de las municipales es diferente al de las autonómicas. Por lo tanto, la única manera de establecer una comparación es acudir al porcentaje de votos. Esperanza Aguirre obtuvo el 38'3% y Gallardón el 36´5%.
3) En cualquier caso, como ya he escrito en el blog, y perdón por la autocita, lo fundamental no es que Gallardón pierda votos. Pensaría exactamente lo mismo de él aunque los ganara. Lo importante es que Gallardón representa todo aquello que sus votantes más detestan (véase el vídeo de este post). No es una cuestión de números sino de principios.
4) La prueba de que Gallardón no puede ser bueno es que a usted, que jamás votará al PP, le gusta y a mí, que he votado al PP, aunque nunca a Gallardón, me repugna. A mí y a ese 98% de afiliados del PP en la Comunidad que le machacaron en aquellas elecciones internas.
Vd.mira pero no ve. Aun siendo bastante discutible el argumento de que solo es válido el %, le remito al parrafo en el que decía "mientras él (Gallardón)lograba el 55,54% del total de votos, ella (Aguirre)obtuvo en la ciudad de Madrid una representación del 55,13%. Un empate técnico que favorecía al alcalde.", con lo que hasta su falaz argumento queda desautorizado.
Y en cuanto a que si suma o resta votos, hasta el mismisimo Don Mariano parece ser que estaba en la idea de que "sumaba" como se demuestra en la narración de lo que sucedió ese martes.
"Hasta el martes por la tarde, es decir, hasta justo antes de la reunión famosa, Gallardón estaba en las listas del PP por Madrid para las elecciones del 9 de marzo. No es cierto que Rajoy haya demorado mucho la decisión ni tampoco que la inclusión de Gallardón dependiese del sí de Pizarro; Gallardón tenía el compromiso de Rajoy de ir en la lista, no como número dos (que es una chorrada y no sirve para nada), tanto si Pizarro iba como si no iba. El tasfondo de interés mutuo estaba claro: Rajoy quería a Gallardón en la lista porque entiende que el Alcalde añade votos y no los resta, y no es necesario recordar una vez más que, pese a lo que puedan bramar desde las ondas, Gallardón es hoy por hoy el alcalde más votado de la historia de Madrid y puede presumir de ser el primer mandatario popular que le ganó una gran plaza (la CAM) a las invencibles huestes del PSOE de González; por su parte, Gallardón vive obsesionado con acceder a la Presidencia del Gobierno y eso sólo lo logrará si asiste desde un escaño en el Congreso, que es donde se da la verdadera batalla política, a una posible dimisión de Rajoy si pierde las elecciones del 9 de marzo.
Por eso, el martes por la tarde, Gallardón se estaba vistiendo para irse a la Ópera a ver el estreno de Tristán e Isolda con su mujer. No me pronuncio sobre los gustos musicales del Alcalde de Madrid (yo coincido con aquel crítico que dijo que la Ópera de Wagner tiene momentos sublimes y cuartos de hora lamentables), pero sí digo que Ruiz Gallardón recordará esa composición con amargura el resto de sus días: antes de salir hacia el Real, recibió una llamada de Rajoy convocándole a una reunión urgente e inesperada en la sede del partido.
Allá que se fue el munícipe, in albis. Al llegar, le sorprendió hallar que ya se encontraban allí, en la antesala del despacho del Presindente del partido, tanto la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como el Secretario General de los populares, Ángel Acebes. Rajoy estaba en su despacho, al parecer. Fue una espera breve y, se supone, bastante tensa, más o menos como si Steve Jobs y Bill Gates bajasen juntos en un ascensor; pero lo peor es que lo que Gallardón no sabía es que ambos dirigentes no iban a reunirse con Rajoy, sino que venían de reunirse con él. Él no iba, realmente, a ninguna reunión, sino sólo a que le hicieran un comunicado.
Rajoy salió al rato del despacho con un papel en la mano, papel que leyó de corrido sin interrumpirse y en el cual, en suma, se contenía la negativa final a incluir a Gallardón en la lista, pese a habérselo confirmado semanas antes, todo ello envuelto en palabrería de politicastros (“hay que sumar y no restar, todos deben trabajar por el partido desde sus resposabilidades”, etc.)
Según parece, el alcalde reaccionó desabridamente, preguntándole a Rajoy mientras señalaba a Aguirre:
- Eso ¿lo has escrito tú o te lo ha escrito ésta?
Ahí parece que se organizó la mundial, que hubo gritos y que el Alcalde, fuera de sí, afirmó que dimitiría porque estaba claro que, en su propio partido, no era ni respetado ni querido. Rajoy trató, por lo que se ve, de arrancarle un compromiso de no hacer declaraciones altisonantes por el bien del partido en un momento tan crítico; el Alcalde, sin embargo, ya hemos visto que no pudo aguantarse el genio y ya la mañana siguiente declaró que a partir del 9 lo echaría todo a rodar. Y ojo, porque parece que la decisión, por mucho que diga Fraga, no está descartada.
Pero ¿qué había sucedido en Génova en las horas previas y por qué Rajoy había decidido sacar a Gallardón de una lista para la cual lo había confirmado semanas atrás?
Pues había sucedido que Aguirre le había pedido a Rajoy audiencia para manifestarle que ella también quería ir en las listas del partido por Madrid lo mismo que el Alcalde.
- Esperanza -, le repuso Rajoy -, no sé cuantas veces le habrás encargado a los servicios jurídicos de la Comunidad que estudien la forma en que, siendo Presidenta de la Comunidad, pudieras al mismo tiempo ser candidata al Congreso, y cada vez te han respondido que eso es imposible.
- No me has entendido, Mariano. Estoy decidida a dimitir para ir en las listas, salvo que saques al Alcalde. O los dos, o ninguno.
Parece ser que Rajoy reaccionó airadamente y le vino a decir que si quería dimitir, que dimitiera, pero que él hacía las listas según su leal saber y entender. Pero entonces es cuando Aguirre pronunció las palabras mágicas:
- Mariano, yo manejo Telemadrid, El Mundo y la COPE: tú sabrás si quieres tenerlos a favor o en contra durante toda la campaña.
El resto ya lo sabemos: rodó la cabeza del alcalde y Aguirre tiene, desde el martes pasado, el aspecto de ser el gato que se comió al canario."
Efectivamente, Gallardón es detestado por un número que no se cuantificar de votantes del PP, del sector cavernicola, del sector COPE, del sector ultraconservador, del sector Rouco, del sector callejero-vociferante,... pero en un colectivo tan amplisimo como es el PP, afortunadamente, tambien hay centristas, gays (algunos hasta se casan y abortan), señoras o señoritas que abortan, gente que tiene mejores cosas que hacer los domingos que ir a ver la misma función a las 12 de la mañana, que tiene un dial movil en su radio, que su television no es unicamente TeleEspe y sus reportajes trucados, gente amante de las libertades individuales.... en fin, y para resumir, gente que no odia a Gallardon ni lo que el representa.
Y el colmo del cachondeo es hablar de elecciones internas en el PP, donde lo unico que funciona es el "dedazo", aunque no me quiero extender mas, que he perdido ya demasiado tiempo en un tema que no me importa lo mas minimo.
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