La foto que se ve en el vídeo es escalofriante. Para eso ha quedado la izquierda, para brindar por Sendero Luminoso.
Este es texto que escribí y que se escucha sobre los acordes de la Marcha Fúnebre:
"El poder sobre la vida y la muerte del prójimo, la vieja ensoñación totalitaria, la gran utopía revolucionaria, se hizo realidad durante unos meses en unas cochambrosas Urgencias de un hospital del extrarradio madrileño. Durante unos meses, un grupo de médicos autodenominado Sendero Luminoso, se arrogó la facultad suprema, aquella a la que antes, tan solo unas cuantas décadas antes, habían aspirado marxistas y nacionalsocialistas, decidir sin traba alguna, sin límites de ningún tipo, quien era merecedor de seguir viviendo y quien debía pasar a mejor vida. Todo el siglo XX cabía en aquellas urgencias.
El líder de Sendero Luminoso, el doctor Luis Montes, con una implacable precisión, más propia de un neurocirujano que de un anestesista, llevó a término lo que ha venido en llamarse sedación final. El doctor Montes, sin consentimiento del enfermo ni de sus familiares, aplicó sedaciones letales a todo aquel paciente que él consideraba que no era acreedor de seguir con vida. A los enfermos los despojó de su dignidad para convertirlos en simple estadística, en números que demostraran la eficacia de un método. Un método cruel pero pragmático, un método perverso pero útil, un método que implicaba la muerte de numerosas personas pero que dejaba más camas disponibles. Un método costoso en vidas pero beneficioso para las arcas públicas.
El programa de Sendero Luminoso no era original. El proyecto que lideraba el doctor Montes, no cuantitativa pero sí cualitativamente, cuenta con antecedentes históricos. Felix Dzerzhinsky, el fundador de la Checa, proponía, unos meses antes de la revolución bolchevique, eliminar a sectores enteros de la población para cambiar la correlación de fuerzas políticas en la sociedad. Años más tarde, Heinrich Himmler, miembro del partido nacionalsocialista de los trabajadores alemanes, ideó la solución final, un plan que preveía el exterminio de las tres cuartas partes de los judíos europeos.
Sendero Luminoso buscaba arrancar la herencia judeocristiana de nuestra sociedad para, a cambio, implantar su cultura de la muerte, su cosmovisión sustentada en la creencia de que determinadas personas, autoproclamadas representantes del pueblo, imbuidas de un poder absoluto, no tienen por qué estar sometidas a ninguna cortapisa moral en su comportamiento. Aunque de matar se trate. El siglo XX en unas urgencias".
2 Comments:
La foto que se ve en el vídeo es escalofriante. Para eso ha quedado la izquierda, para brindar por Sendero Luminoso.
Este es texto que escribí y que se escucha sobre los acordes de la Marcha Fúnebre:
"El poder sobre la vida y la muerte del prójimo, la vieja ensoñación totalitaria, la gran utopía revolucionaria, se hizo realidad durante unos meses en unas cochambrosas Urgencias de un hospital del extrarradio madrileño. Durante unos meses, un grupo de médicos autodenominado Sendero Luminoso, se arrogó la facultad suprema, aquella a la que antes, tan solo unas cuantas décadas antes, habían aspirado marxistas y nacionalsocialistas, decidir sin traba alguna, sin límites de ningún tipo, quien era merecedor de seguir viviendo y quien debía pasar a mejor vida. Todo el siglo XX cabía en aquellas urgencias.
El líder de Sendero Luminoso, el doctor Luis Montes, con una implacable precisión, más propia de un neurocirujano que de un anestesista, llevó a término lo que ha venido en llamarse sedación final. El doctor Montes, sin consentimiento del enfermo ni de sus familiares, aplicó sedaciones letales a todo aquel paciente que él consideraba que no era acreedor de seguir con vida. A los enfermos los despojó de su dignidad para convertirlos en simple estadística, en números que demostraran la eficacia de un método. Un método cruel pero pragmático, un método perverso pero útil, un método que implicaba la muerte de numerosas personas pero que dejaba más camas disponibles. Un método costoso en vidas pero beneficioso para las arcas públicas.
El programa de Sendero Luminoso no era original. El proyecto que lideraba el doctor Montes, no cuantitativa pero sí cualitativamente, cuenta con antecedentes históricos. Felix Dzerzhinsky, el fundador de la Checa, proponía, unos meses antes de la revolución bolchevique, eliminar a sectores enteros de la población para cambiar la correlación de fuerzas políticas en la sociedad. Años más tarde, Heinrich Himmler, miembro del partido nacionalsocialista de los trabajadores alemanes, ideó la solución final, un plan que preveía el exterminio de las tres cuartas partes de los judíos europeos.
Sendero Luminoso buscaba arrancar la herencia judeocristiana de nuestra sociedad para, a cambio, implantar su cultura de la muerte, su cosmovisión sustentada en la creencia de que determinadas personas, autoproclamadas representantes del pueblo, imbuidas de un poder absoluto, no tienen por qué estar sometidas a ninguna cortapisa moral en su comportamiento. Aunque de matar se trate. El siglo XX en unas urgencias".
Magnífica descripción.
Únicamente deseo que quienes ahora defienden, como una secta, al Doctor Monster, sean atendidos por él en el servicio de urgencias de algún hospital
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