Islamintern

La Komintern fue el instrumento ideado por el Kremlin para implantar la dictadura del proletariado en todo el orbe. La izquierda simplemente obedecía a la Komintern. No dudaba en llamar fascistas a los que se oponían a Hitler o no tenía empacho en enarbolar la bandera de la paz mientras exportaba su criminal y sangrienta revolución. Órdenes de la Komintern.

Ahora la izquierda obedece a la Islamintern, otra Internacional del mal, cuyo objetivo es, por medio de la yihad, imponer el califato allí donde el islam rigió alguna vez y someter al resto del mundo a la fe musulmana. Por tanto, a la izquierda, que cocina crucifijos en televisión, que representa en Madrid una obra teatral titulada "Me cago en Dios", que hace mofa y befa en Jerusalén con la corona de espinas de Jesús, le parece mal que se caricaturice a Mahoma o que el Papa cite a un emperador bizantino que no tenía muy buena opinión del Profeta. La izquierda, heroica, al servicio de la Islamintern.

Lo que no entiendo bien es que el Papa, unos días después de su moderadísimo discurso en Ratisbona, lamente que sus frases sobre el islam y la violencia hayan podido resultar ofensivas para la sensibilidad de los creyentes musulmanes y diga que el texto medieval de Manuel II Paleólogo ("Muéstrame lo que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su orden de difundir por medio de la espada la fe que predicaba") no expresa su propia opinión.

Benedicto XVI, ¿no cree que si ha ofendido la sensibilidad de los que nunca se manifiestan contra Ben Laden, contra Ajmadinejad, esa bestia que niega el Holocausto, contra los terroristas que secuestran y degüellan, contra los regímenes que ahorcan homosexuales y lapidan adúlteras... es que ha acertado? Lo malo sería que esos tíos aplaudieran sus palabras.

Benedicto XVI, explíquenos en qué se equivocó Manuel II Paleólogo. ¿Por qué esa cita no expresa su propia opinión? Hasta un alumno de la LOGSE sabe que en el Corán no hay una sola sura que hable de paz con los cristianos y judíos. Recordemos la sura 9:5: "Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores (nombre que se daba a los cristianos y los judíos en los tiempos de Mahoma) dondequiera que les encontréis".

El Vaticano, ni debe estar pendiente del impostado enfado de los musulmanes por lo que manifiesta el Papa, ni debe pedir excusas al mundo islámico por nada de lo que el Papa diga o haga.