27 septiembre 2006

Contra Raúl

Escribe Alfredo Relaño: "Ha sido un jugador glorioso (sic), y ejemplar, sí. Se ha entrenado a fondo, ha corrido, se ha movido de sitio en el equipo para acomodar bien a los recién llegados, ha tratado de ser un ejemplo en la Selección (a veces hasta el histrionismo, como con esa mirada al cielo en el himno), ha marcado goles a barullo. Tiene tres Champions, el récord de goles con la Selección (y de la Copa de Europa) y un palmarés ancho y profundo como un océano, labrado con esfuerzo y talento. La Naturaleza le negó la facilidad con el balón que tienen los grandes de verdad, pero lo compensó con su trabajo. No caben en este ejemplar todos los elogios que merece.

Pero no es lo mismo lo que ha hecho un jugador que lo que todavía puede hacer. Llega el momento en que la velocidad no es la misma, la relación con el balón se altera y llega el desconcierto. Algunos readaptan su juego a sus nuevas condiciones. Eso busca Raúl, echándose más atrás. Aún puede ser futbolista. Pero, ¿tan bueno? ¿Tan imprescindible? ¿Es ahí mejor que Guti? ¿Es ahí mejor que Iniesta? ¿O que Cesc? ¿Es obligado que juegue siempre, en el Madrid y en la Selección? ¿Es ofensa preguntar?"


Estoy de acuerdo. No conozco a ningún deportista que haya sufrido una decadencia tan acusada como la de Raúl. Las grandes estrellas permanecen en el gotha de su deporte hasta minutos antes de retirarse: Armstrong, Jordan, El Guerrouj, Zidane, Schumacher, Sampras, Dujshevaeb...

Evidentemente, Raúl, a pesar de las estadísticas, no es una estrella, no es un jugador que imprima un estilo a su equipo, no es un futbolista temido por sus rivales. Es un caso único, sólo juega por lo que fue. Da la impresión de que los entrenadores lo ponen porque creen que alguien que ha metido tantos goles y ha ganado tres Copas de Europa tiene que ser a la fuerza bueno. Pero por desgracia Raúl es ya muy poca cosa. Un tipo lento y torpe con el balón, que ni pone ni quita, en permanente enfado con el mundo, ofuscado ante el gol... Su declive físico ha descubierto su escaso talento.

2 Comments:

At 11:38, Anonymous Anónimo said...

Escribe Roncero en el AS también:"Raulísimo. Hacía tiempo que no me levantaba de mi butaca para celebrar un gol del Madrid. Lo consiguió él. Sí. Raúl. Capitán Hazaña. Indomable. Se aferra al fútbol como un percebe a la roca. Me está arrastrando a los tiempos en los que este servidor era feliz bebiendo sidra El Gaitero y comiendo pollo con salsita en Mingo. Su golazo, el noveno en 20 veinte derbys, puso en pie al estadio, emocionó al sentido común y logró sonrojar (imagino) a ese seleccionador que ha dado el paso más torpe de su carrera en el momento en el que el 7 Magnífico se ha reencontrado con los dioses del Olimpo. Basten estos SMS: "Dejar fuera a Raúl ha sido el mayor crimen después de Kennedy"; "Gol dedicado al abuelo de Heidi"; "Orden de caza y captura para el sabio menos sabio del fútbol español".

 
At 02:45, Anonymous Anónimo said...

Vamos a ver, Raúl debutó con España en 1996. Desde entonces, con Raúl como jugador franquicia, la selección ha ido de ridículo en fracaso. Habrá que cambiar a la "estrella" del equipo para ver si la cosa mejora.

¿O acaso alguien piensa que Iniesta o Cesc son peores medias puntas que Raúl? ¿O que Villa y Torres son peores delanteros que Raúl?

No sabemos que hará España en Suecia sin Raúl (ojalá pierda, para que echen a gorrazos a Luis Aragonés), pero sí sabemos que perdió contra Irlanda del Norte y contra Chipre estando Raúl en el campo. Raúl da igual. España no era nadie futbolísticamente con Raúl y probablemente seguirá igual sin Raúl, pero al menos hay que probar a dar la batuta a otros jugadores tras diez años de estéril raulismo.

¿Dónde está el drama?

 

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