17 septiembre 2007

Goyazo

El 16 de julio de 1950 Brasil se enfrentaba a Uruguay en la final de la Copa del Mundo. A ninguno de los 220.000 brasileños que abarrotaban el estadio Maracaná se le pasaba por la cabeza que su selección, el equipo que mejor jugaba al fútbol por aquel entonces, el conjunto que apabullaba sin piedad a sus rivales, no conquistara el título.

Los cariocas se adelantaron pero Schiaffino primero y Gigghia después dieron la vuelta al partido. La incredulidad se apodera de las gradas. Silencio sepulcral. Nadie encuentra una explicación. El resultado se escapa a la lógica. Muchos hinchas no soportan el vacío y deciden suicidarse.

Aquel acontecimiento, bautizado como Maracanazo, pasó a ser símbolo del desastre imprevisto, de la debacle más insospechada. Pero también de que todo es posible, de que en el deporte nunca hay nada escrito.

Ayer España se disponía, entre una euforia generalizada, a colgarse la medalla de oro del Eurobasket que se celebraba en Madrid. El problema era que, aunque se daba por hecha la victoria, todavía había que jugar la final. El rival, Rusia, no era gran cosa. Únicamente dos de sus jugadores, Kirilenko y Khryapa, suponían una amenaza. El resto, salvo el poco utilizado Monya y el veterano y omnipresente Holden, eran de segundo nivel. Un equipo serio, disciplinado, poco más, que iba a quedar sepultado en el baúl de la historia tras ser arrollado por la España de Pepu, por los Gasol, Navarro, Calderón, Garbajosa, Rudy...

Pero, y ahora entramos en el terreno de lo inexplicable, no sucedió así. España, aunque empezó imponiendo su ley, su rapidez, su locura, su baloncesto total, no consiguió romper el partido. Tal vez la presión desmedida, sólo valía el oro, perjudicó a la selección. Como España es un equipo preparado para ganar por 25 puntos pero no para imponerse en duelos a cara de perro, farragosos, que se deciden por detalles, se embarulló de mala manera, se agarrotó, se volvió irreconocible, ante la impotencia del banquillo y la perplejidad de la grada. El partido ya no dependía de lo que hiciera España sino que se convirtió en un cara o cruz. Encestó Holden. Falló Gasol. Goyazo.



3 Comments:

At 12:45, Anonymous Anónimo said...

Además......¿Presencia de "gafes" entre el público?

 
At 22:00, Anonymous Anónimo said...

Hay que joderse... Kago en diox... Viva España!!!

 
At 03:15, Blogger José Augusto Domínguez said...

La verdad es que ZP se podçia haber quedado en la logia...

 

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