Nada ha cambiado

Dos guardias civiles, dos defensores de España. Los discursos hueros de costumbre sobre la sangre todavía caliente. Obscena, en su previsibilidad, reacción política y periodística. Unidad, fortaleza democrática, apoyo al gobierno, consenso y demás vaguedades. Nadie recuerda lo obvio: que buena parte de la sociedad considera que los terroristas son hombres de paz. Nadie reprocha a Zapatero que se niegue a afirmar que jamás negociará con criminales. Todo es retórica.

Dos asesinados más. Pero nada ha cambiado. Ni cambiará. Todo lo dicho desde la mañana del sábado se podía haber sostenido hace un mes. Y hace un año.

Déjà vu. El PSOE, Rubalcaba, los atentados: lo turbio. ¿Tiroteo entre terroristas y guardias civiles de paisano desarmados? ¿Encuentro fortuito en Francia? Lo siniestro: seguirán dialogando. Ahí está la oferta de negociación del Congreso a los verdugos de Raúl Centeno y Fernando Trapero.