22 agosto 2006

Días de verano

En un pueblo de León en la comarca de El Bierzo, el anschluss del nacionalismo gallego, transcurren los días apaciblemente, al margen de casi todo. La conexión a internet es parecida a la de Mauritania y la prensa no llega. Lo malo es que la señal de televisión es razonablemente buena y por tanto el parte gubernamental de cualquier cadena nos ameniza las sobremesas. No me queda otra que coger la bici. Días atrás hice el Camino de Santiago de una tacada. Salí a las diez de la mañana y llegué a la Plaza del Obradoiro a las diez de la noche. Fueron 185 kilómetros y más de ocho horas pedaleando. Y sin testosterona.

Pero me voy enterando de alguna cosilla. Unos terroristas musulmanes nacidos en Reino Unido fueron detenidos en Londres porque planeaban derribar sobre el Atlántico entre 6 y 10 aviones comerciales. Y es que el país anglosajón, heroico en muchos aspectos, es un buen ejemplo de esta Europa vieja, decadente, enferma, que fomenta que en sus ciudades se formen guetos islámicos en los que el Estado desaparece y los fanáticos predican el odio a Occidente con absoluta impunidad.

Otra de terroristas. Esta vez... ¡forestales! La Junta de Galicia, en manos de socialistas y nacionalistas es todo incompetencia y sectarismo. Los retenes de la anterior administración han sido purgados porque alguno de sus miembros no sabía hablar gallego. La consecuencia ha sido una catástrofe medioambiental al lado de la cual el hundimiento del Prestige es un juego de niños. Además el fuego ha provocado la muerte de cuatro personas. La ministra Narbona dice que detrás de todo se esconde la mano negra del PP, que no ha aceptado la victoria del progreso. O sea, el gobierno que no investiga la conspiración del 11 M (pronto sabremos por qué) ve en los incendios gallegos una trama de terroristas forestales alentada por el PP. En época de Fraga (el responsable de que La Coruña sea A Coruña y Orense Ourense, conviene recordarlo) el fuego lo provocaban los pirómanos pero funcionaban los mecanismos anti incendios. Ahora no funcionan porque los nacionalsocialistas se los han cargado. Por cierto, ¿qué postura adoptará el Gobierno de ZP con los pirómanos? ¿Dialogará con ellos? ¿Aceptará sus reivindicaciones? ¿Los sacará de la cárcel si prometen que no volverán a delinquir? Si Otegi es un hombre de paz, ¿qué es un pirómano?

Más de terroristas. Hezbolá, gracias al apoyo de la ONU, ese horror controlado por siniestras dictaduras, va ganando la guerra que le declaró a Israel. Esperemos que esto no acabe así.

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