Pau, Juan Carlos, Jorge y los demás

Nos esperan unos años ilusionantes. La mejor generación española de baloncestistas y un gran entrenador como Pepu Hernández no pueden desaprovechar la ocasión de conquistar el Mundial de Japón, el Europeo de Madrid y los JJOO de Pekín. No hay que olvidar que España con Gasol, de los últimos 27 partidos que ha jugado ha ganado 26.

En este Mundial, si la lógica se impone, alcanzarán las semifinales Grecia, Argentina, EEUU y España. Vaya nivelazo.

Grecia es un rodillo, los 12 jugadores anotan. Papaloukas, Diamantidis y Kakiouzis son unos maestros, Spanoulis jugará en Houston, Papadopoulos y Schortsanitis son dos 5 que hacen mucho daño. Se nota la mano de Yannakis, en la defensa, en el espírito colectivo, en el compromiso.

Argentina, a pesar de Ginóbili y de Nocioni, y en menor medida de Scola y de Oberto, parece que no se encuentra en condiciones de repetir el éxito de los JJOO de Atenas. Tal vez le falte hambre y banquillo.

EEUU es una incógnita. Carece de juego interior, Jamison, Bosh, Brand, Howard y Miller no son pívots dominantes. Eso sí, su perímetro asusta, James, Wade y Anthony, tal vez el mejor del mundo. Todo dependerá del trabajo de Coach K. Si consigue que sus jugadores lean bien las defensas zonales y el ataque no se limite a aclarados para los hombres exteriores, EEUU no será una banda y aspirará al oro.

Y por último España, la favorita para muchos. La lesión de Reyes (y antes la de Vázquez) es la única nota negativa. Gasol, siempre desde la posición de 5, imparable en el poste bajo, es el dueño de cualquier partido, a Navarro le entra todo y cada vez selecciona mejor sus lanzamientos, Calderon ya no sólo amenaza con su lectura del juego y sus penetraciones demoledoras, ahora sus triples son letales, Garbajosa es el pívot con mejor tiro de larga distancia que he visto en mi vida.... A esto hay que añadir la fundamental contribución de los secundarios: las piernas y la muñeca de Rudy, la cretividad de Sergio Rodríguez, los rebotes de Jiménez, las suspensiones de Mumbrú, la defensa de Berni, la calidad de Marc Gasol (Ivanovic, nunca te lo perdonaré)... Pepu apuesta por las rotaciones para que los titulares lleguen frescos a los finales de partido, buena noticia. Los argumentos de España son numerosos: jugadores de nivel mundial, profundidad de banquillo, riqueza defensiva (dos contra uno, presión con las líneas muy arriba, zonas 2-3, 3-2, 1-1-3, caja y uno...), si es posible, ataques rápidos, si no, muy elaborados, con equlibrio entre el juego interior y el exterior... Poco más se puede pedir.