24 junio 2007

Increíble Plaza

Era lógico pensar que el Madrid no iba a poder mantener el nivel de juego que exhibió en los dos primeros meses de la temporada, el estilo Pepu. Era un Madrid alegre, con anotaciones que rondaban el centenar de puntos, con transiciones permanentes y con un protagonismo considerable de todos los jugadores de la plantilla.

Y es cierto que así ha sido. Las lesiones y el bajón físico han hecho que Plaza tuviera que cambiar el registro y se viera obligado a recurrir a un baloncesto más pausado. Y así llegó la ULEB. Y contra todo pronóstico la ACB. Él es el responsables del éxito. Lo pasó mal contra el Pamesa y el Juventud y se enfrentaba en esta final a un rival con un potencial mayor, con más talento individual, que llegaba en mejor estado...

Pero Plaza, un segundón (primero de Aíto y después de Maljkovic) que no había empatado con nadie, que fue el descarte del descarte a la hora de elegir al titular del banquillo blanco, dio una lección a Ivanovic de como sacar partido a unos recursos limitados. Mientras que el montenegrino, siempre desquiciado, ha sido incapaz de explotar el poderío nba de Kasun y Vázquez, Plaza ha hecho de Hervelle y Reyes una pareja interior de primer nivel europeo, de Mumbrú un jugador capaz de condicionar al rival, de ¡Tunçeri! un anotador decisivo, de Bullock un jugador de equipo... y sobre todo, ha armado un conjunto rocoso, que no se descompone en defensa y con muchas alternativas en ataque.

Seguramente este Madrid está lejos de un Panathinaikos o de un CSKA de Moscú, pero ha conseguido que buena parte del Palau reconociera la justicia de su triunfo (nada que ver con aquel famoso 'felicidades por tu victoria pero no por tu ética' que le soltó Aíto a Scariolo y la posterior lluvia de objetos).

La actuación de Ivanovic en los dos años que lleva en el Barcelona no puede ser más decepcionante. No sólo ha despreciado a jugadores como Marc Gasol, Kaun y Vázquez, sino que su propuesta baloncestística ha sido paupérrima. El ataque se ha reducido a repetir machaconamente un bloqueo del pívot al base (lo que no estaría mal si el que bloquera fuera Tim Duncan o Luis Scola en lugar de ¡Marconato!) y la defensa, aunque sólida, nunca ha sido genial.

El gran Aíto debería volver al Barcelona. Y con él Marc Gasol. Y por qué no Rudy Fernández. La final four Madrid 2008 está a la vista.

2 Comments:

At 13:30, Anonymous Anónimo said...

Como dice el blogger, el mérito de Plaza es enorme. Cogió un equipo lleno de jugadores nuevos en la disciplina blanca y los transformó en una maquinaria perfectamente engrasada. Situó al equipo por encima de todas las cosas a modo de mandamiento bíblico y logró que todo el mundo se sintiera importante, disfrutara de minutos y diera lo mejor de sí mismo. Y todo ello luchando contra lo apretado del calendario y una inoportuna plaga de lesiones.

Al igual que Quique Flores, Benitez, Del Bosque, Rijkaard o Juande Ramos en el mundo futbolero, Plaza tuvo una oportunidad en un equipo de primera fila a pesar de ser un completo desconocido… y vaya que si la ha aprovechado.

Queda patente la fuerza de las individualidades al servicio de un equipo, de un bloque (Bullock y Reyes son su máximo exponente).

FELICIDADES CAMPEONES. Os lo merecéis.

P.D.: Ni que decir tiene que el mejor baloncesto de este año vestía de blanco… y se veía en Vistalegre.

 
At 10:37, Anonymous Anónimo said...

ENHORABUENA,CAMPEONES!
HA TRIUNFADO EL MEJOR: UN VERDADERO E-QUI-PO.

 

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