Nadal reinventa el tenis

Nadal demostró ayer que se puede ganar Wimbledon al número uno, al mejor tenista de la historia, jugando desde el fondo de la pista, liftando bolas, madurando los puntos, castigando el revés del rival, soltando la derecha, sin sacar provecho del saque directo (24 aces Federer, uno Nadal), con un muestrario de passings espectacular...

Si en el tenis pocas veces se puede hablar de derrotas injustas una de esas tuvo lugar ayer en el All England Lawn Tennis Club de Londres, en la final del Campeonato del Mundo oficioso. Nadal perdió el primer set en el tie-break, ganó cómodamente el segundo, volvió a perder el tercero en la muerte súbita, arrolló en el cuarto y tan sólo la lesión en la rodilla y haber desaprovechado hasta cuatro bolas de break (dos en el tercer juego y otras dos en el quinto) le apartaron de la victoria en el quinto set.

Pero a esas alturas, resultado al margen, Nadal ya había reinventado el tenis.