11 agosto 2007

Un paso adelante

A continuación reproducimos el comunicado que leyó ayer Alberto Contador, flamante vencedor del Tour de Francia:

Los acontecimientos desencadenados tras mi victoria en el pasado Tour, me han hecho meditar. Todo es nuevo para mí. Mientras estaba concentrado en la carrera y en el papel que tenía que desarrollar en mi equipo, no me daba cuenta de otras cosas, no sabía de la trascendencia real que supone ganar esta carrera, aunque la hubiese visto por televisión.

Sólo cuando terminó, comencé a tomar conciencia de ello: protección policial, gran cúmulo de gente a mi alrededor, teléfono que suena incansablemente, personas que me solicitan autógrafos de forma masiva, y prensa, mucha prensa... Para lo bueno y para lo malo.

Hace tres años cuando iba a debutar en el Tour, una experiencia dolorosa me impidió tomar la salida a consecuencia de una enfermedad, que a punto estuvo de costarme la vida o terminar con mi carrera profesional.

Pero si frustrante fue mi enfermedad, no menos lo fue el verme envuelto en el
escándalo de dopaje, del equipo al que pertenecía y que propició mi exclusión del Tour de 2006. Fue una situación de impotencia, triste y desilusionadora que transformó la visión de mi deporte, del deporte al que estoy dando los mejores años de mi vida, del deporte, que como os dije, en mi carta, el año pasado, he practicado siempre de manera limpia, con coraje, tesón, trabajo, renuncias y una gran dosis de ilusión.

Hoy desde mi posición de ganador del Tour 2007, la carrera más importante del mundo, la carrera que cualquier ciclista sueña ganar, la carrera ganada con esfuerzo y honestidad, os pido ese esfuerzo, también a vosotros, para que sigáis creyendo en el ciclismo y en mí.

Y porque esta carrera la he ganado de manera limpia y porque he disfrutado enormemente con vuestro disfrute delante de la pantalla del televisor, como me repetís continuamente, os aseguro, que seguiréis disfrutando conmigo, pues mi objetivo además de ganar carreras, es hacer del ciclismo un deporte atrayente y admirado por todos.

Por ello, me resulta imposible comprender los ataques a mi persona, poniendo en duda mi honradez como deportista, por parte de quienes no me conocen, pero se sienten capaces de emitir juicios, evaluando mis condiciones, a través de la televisión, diagnosticando la naturaleza de mis capacidades físicas y de mis tendencias morales. Algunos de ellos, dicen incluso, ser médicos. Los médicos que yo conozco, y que han hecho que esté aquí tras tratar mi enfermedad, no hablarían públicamente, ni en estos términos de un paciente suyo, ni mucho menos del paciente de otro médico.

Nunca he cometido un acto de dopaje, nunca he participado en un acto de dopaje y quienes me conocen saben lo que pienso al respecto. Mi compromiso contra el dopaje es absoluto y siempre me encontraréis dispuesto a colaborar; por ello he cumplido, en todo momento, la normativa en materia de ciclismo; por ello trimestre tras trimestre y año tras año envío a la UCI los cuestionarios de localización para ser controlado, en cualquier momento, que las autoridades deportivas lo consideren oportuno; por ello he pasado controles sorpresas y programados, en mi propio domicilio y en competición, en temporada y en épocas de descanso, de sangre y orina que, lógicamente y como cabe suponer, son muchos y bastantes más de los que pasan el resto de participantes de la carrera.

Cuento con el respaldo total de la UCI, Consejo Superior de Deportes, Federación Española de Ciclismo y secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. El lugar de celebración de este acto avala mi información.

Y aún más,
me pongo a disposición de todas las autoridades competentes en materia de dopaje ( UCI, AMA, Comité Olímpico, Federación) para cuantos estudios consideren oportunos hacer sobre mi persona, incluido mi ADN.

No sé si queda algo más por hacer, para ser considerado justo vencedor de la prueba; pero si después de esta comparecencia, en la que expreso mi absoluta colaboración, persistieran las informaciones difamatorias y los ataques sobre mi persona, que perjudican a mi familia, equipo ciclista, patrocinador y compañeros de profesión, recurriré, sin la menor vacilación a los medios legales existentes en cualquier Estado de derecho.

Y si los inmesurables daños causados a mi persona fueran compensados económicamente, parte del mismo iría a la lucha contra el dopaje.

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